COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE LA LAGUNA A.C.
FILIAL ASOCIACION DENTAL MEXICANA
¿VENENO EN LA BOCA?
Debido a la gran polémica suscitada en los últimos años acerca de la posible toxicidad del mercurio contenido en la amalgama de plata utilizada como material restaurador en odontología escribo este artículo, hoy en día los odontólogos optamos más el uso de otros materiales restauradores como las resinas (obturaciones estéticas) y otros materiales, pero por muchísimo tiempo la amalgama de plata se ha utilizado como principal material para restauraciones a lo largo de fines del Siglo XIX y XX, ha servido bien para su propósito durante muchos años. Este dato podría ser por sí solo un indicador de que su principal ventaja reside en la resistencia que adquiere al ser colocada en una preparación adecuada. Sus principales desventajas son su color oscuro, alta pigmentación de la estructura dentaria dando un color antiestético, no se adhiere a la estructura dental, deterioro de los márgenes de la restauración y, actualmente una opinión poco favorable acerca de su uso clínico suscitada por los reportajes quizás algo sensacionalistas de hipotéticas consecuencias para la salud por el mercurio que contiene. Por escasos datos la población se ha alarmado pensando que el tener amalgamas en su boca podría contraer enfermedades muy graves, como alzheimer, esclerosis múltiple, problemas articulares, problemas renales, y estos casos la realidad es que no están del todo fundamentados. Parece desproporcionado creer que una o varias restauraciones de amalgama liberen el mercurio suficiente como para causar enfermedades como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer o artritis, según afirma la National Multiple Sclerosis Society. Así es el caso con metales utilizados en odontología para las rehabilitaciones más complejas. En todo caso los odontólogos que por años la colocaron estarían más enfermos, y los análisis en orina y pelo no determina que se tengan altos contenidos de mercurio.
En nuestro país no está tan extendido entre los pacientes el recelo hacia las amalgamas dentales como en el Norte de Europa y en los Estados Unidos. A pesar de ello, la población en general se preocupa cada día más por su salud y más concretamente por su salud bucodental. Nuestros pacientes quieren saber qué materiales se les coloca en la boca y por qué uno y no otro. En los adultos, cada vez se solicitan mayor cantidad de obturaciones “blancas” pero no por una posible toxicidad de la tradicional amalgama dental sino por un requerimiento estético.
Creemos que la polémica suscitada en torno a las amalgamas dentales podría ser algo exagerada. De todos los estudios y trabajos revisados podemos deducir que existe una pequeña parte de la población con una predisposición genética (genotipo MHC) que la hace más susceptible al efecto de las amalgamas dentales y en esta pequeña parte de la población sí podrían darse efectos colaterales de hipersensibilidad al mercurio. Este grupo de personas suele presentar un trasfondo de alteraciones inmunológicas, asma o hipersensibilidad también a otros tipos de sustancias como jabones, cremas, otros metales, etc.
La cantidad de mercurio ingerida o inhalada del medio ambiente y a partir de los alimentos (como exceso de pescado) y el agua es mayor que la liberada a partir de las amalgamas dentales. Además, tampoco sabemos a ciencia cierta que cualquiera de los materiales alternativos esté totalmente libre de contraindicaciones. Quizá, si se dedicaran tantos esfuerzos a estudiar una posible toxicidad de otros materiales dentales como se le han dedicado al mercurio, tanto a nivel clínico como de laboratorio, tal vez también se encontraría la posibilidad de producir efectos secundarios alérgicos o de hipersensibilidad en estos materiales más estéticos.
La Food and Drug Administration, el National Institutes of Health Technology Assessment Conference y el National Institutes on Dental Research de los Estados Unidos afirman que la amalgama dental es un material de restauración seguro y efectivo. En 150 años de uso, se han publicado únicamente 100 casos de reacciones alérgicas a la amalgama dental en la literatura. La FDA’s Dental Products Panel, afirmó que no había razón alguna para eliminar las restauraciones de amalgama. U.S. Public Service concluyó, que “no existía ningún motivo razonable para pensar que el evitar o eliminar las amalgamas iba a suponer un efecto beneficioso para la salud”. De hecho, es desaconsejable sustituir las amalgamas innecesariamente pues ello puede causar daños estructurales en dientes sanos. A pesar de las presiones por parte de la opinión pública, la Asociación Dental Americana sigue apoyando el uso de la amalgama dental: el Órgano de Opinión Consultivo en el que se incluyen los “Principios Éticos y el Código de Conducta Profesional”, determinó según la resolución 42H-1986 (Trans. 1986:536) que: la remoción de amalgamas en pacientes no alérgicos con el fin de eliminar sustancias tóxicas del organismo es improcedente y poco ética cuando es una decisión tomada únicamente por el profesional. Por otro lado, sí se acepta el cambio de este material de restauración por otro distinto ante requerimiento expreso del paciente pero tampoco fallará a su ética profesional si decide no atender estas peticiones por no encontrar una razón médica suficientemente válida que recomiende la adopción de tal medida. En cualquier caso, el odontólogo deberá explicar al paciente en qué consiste esta técnica y la renuncia a la misma. Es importante que el paciente le quede claro cualquier riesgo de daño en la estructura dental, (es muy importante proteger al máximo la estructura dentaria) discutir el costo de la substitución y las ventajas y desventajas que conlleva el nuevo material. Animar al paciente a que consulte con su médico de cabecera especialmente en los casos en que el individuo está convencido de que la eliminación de sus amalgamas mejorará su estado de salud (por ejemplo en casos de esclerosis múltiple o artritis).
Por tanto, la ADA coincide con las afirmaciones de la US Public Health Service en que la amalgama dental continúa desempeñando un importante papel en el mantenimiento de la salud oral.
Es evidente que la amalgama es un material cada vez menos utilizado y que cada día nuestros pacientes nos exigen una mayor estética en sus restauraciones. Pensamos que la tendencia futura será a ir utilizando cada vez menos la amalgama de plata, pero no debido a sus posibles efectos dañinos o tóxicos para la salud sino gracias al impulso y los avances en las investigaciones en otros campos que llegarán a encontrar sustitutos mejores para restaurar la función y la estética del diente perdidas por caries u otras causas.
A pesar de todo ello, la amalgama sigue siendo un material válido para la restauración de dientes.