Existen varias clases de reacciones alérgicas que pueden presentar una importante afectación en boca y cara, como el angioedema de labios y lengua, la urticaria facial y el eritema multiforme de la piel, labios y mucosa oral. Éstas son bien conocidas y se hallan descritas con frecuencia en la literatura tanto médica como odontológica.
En cambio “la alergia por contacto” en la mucosa oral es una entidad clínica poco conocida. La reacción alérgica por contacto se ha reportado en varios casos por utilizar productos de la higiene oral y materiales usados en odontología e inclusive frente por alimentos.
Existe un tipo de patología de nombre Liquen Plano que ha sido confundido y diagnosticado como tal cuando la reacción era una respuesta alérgica que se presentó a restauraciones por amalgama dental.
Existe la posibilidad de confundir el aspecto clínico de la alergia por contacto con un traumatismo cónico debido a dientes fracturados, restauraciones rotas, prótesis mal ajustadas o con hábitos orales denominados parafuncionales.
Suele ser frecuente se considere descartar la alergia como la causa de numerosos síntomas orales en especial por la sensación de quemazón en lengua y mucosa. Cuando el problema que presenta también puede ser el llamado “Síndrome de boca dolorosa” u “oroglosopirosis”. Sin embargo es necesario tener presente la posibilidad de tener enfrente una posible reacción de alergia por contacto que ocurre cuando surge una reacción de hipersensibilidad a sustancias de pequeño peso molecular que penetran la piel o mucosa. En un paciente ya sensibilizado una sustancia química aplicada provoca la respuesta celular de manera inflamatoria aguda en el lugar de contacto. El diagnóstico de la alergia se basa en la reacción temporal existente entre la exposición al posible alergeno y el inicio de los signos y síntomas. Existen pruebas denominadas epicutáneas o de laboratorio que deben ser interpretadas por un médico con experiencia.
Teniendo en cuenta todas estas consideraciones lo más prudente es que los odontólogos ante un paciente con lesiones orales inespecíficas, se tenga en cuenta la posibilidad de hallarse ante una estomatitis alérgica por contacto.
El tratamiento de las lesiones orales debidas a la alergia por contacto varía desde el control paliativo de los síntomas hasta eliminar el agente agresor.
En el manejo de las lesiones de la alergia el primer paso del tratamiento consiste en identificar el agente causal considerando sea alimentos o productos utilizados en la higiene oral, etc.
Cuando son materiales usados en la restauración odontológica con frecuencia es necesario eliminar el material causante o sustituirlo por otro.
Para el tratamiento de lesiones dolorosas, descamativas y ulcerosas o para lesiones rebeldes que permanecen tras eliminar el agente agresor, los medicamentos apropiados deberán ser prescritos y supervisados por su médico u odontólogo.
