Para ser famoso hay que tener un talento especial o hay que estar dispuesto a contar los detalles más íntimos de la vida privada, perder el pudor ante las cámaras y ser simplemente un rey del escándalo.
Bajo esa premisa viven decenas de aspirantes a estrellas, que no sólo logran su cometido acaparando tiempo y espacio en los medios de comunicación, sino que además con sus historias -morbosas a veces- logran ser identificados por el público.
Así, poco a poco han ganado terreno a aquellos actores que guardan su vida privada con recelo.
Luis Felipe Tovar, quien nunca ha dejado que el escándalo impere en su carrera, dice que eso los pone en desventaja. “Pareciera que se trata de una competencia desleal ya que con todo lo que dicen ganan mayor espacio en los medios.
“Tal parece que si no me divorcio y si no hablo cosas de mi hijo o me meto a moteles con otra persona o no me doy un ‘pase’, pues nadie se va a interesar en mi trabajo profesional… esas son estrategias que esa gente utiliza para llamar la atención”, menciona Tovar.
No obstante, tenemos el caso de aquellas personas que de repente aparecen en las noticias de la farándula comentando sobre su vida privada como Niurka Marcos, Sandra Montoya, Rossana San Juan, Carmen Campuzano, Patricio “Pato” Zambrano e Irma Serrano.
Curiosamente, con excepción de Niurka, durante mucho tiempo se habló de ellas, y en algunos casos, se sigue haciendo a pesar de que profesionalmente su carrera sigue estancada. “El único proyecto que tienen es el de su vida supuestamente privada y el desmentir chismes que generalmente el mismo compañero propicia”, comenta Luis Felipe Tovar.
Por ejemplo, Sandra Montoya, hasta antes de lanzar su disco Emigrante Latino, dio noticia por el beso que le dio a Cuauhtémoc Blanco, quien estaba comprometido con Rossana Nájera.
¿Quién no recuerda el zafarrancho que se provocó a la llegada de Montoya el día de la presentación de dicho álbum? La mayoría de los medios en busca de rating iba a cuestionarle sobre dicha supuesta relación.
Sandra da sus razones: “Eso sucede porque mucha gente de la prensa es la que se interesa en esas cosas, en preguntarnos sobre nuestra vida privada. Siempre he deseado que me pregunten sobre otras cosas. Yo sé actuar, cantar, desde niña toco el violín. Me he forjado una carrera poco a poco”, expresó Montoya.
Siempre ser la tercera en discordia en una relación o ser la mujer engañada, es otra circunstancia que permite dar los preciados cinco minutos de fama.
Eso ya lo vivió Rossana San Juan, que hace un par de años se peleó con Sandra Montoya por el productor Juan Osorio.
En el caso de Carmen Campuzano, sobra decir que lo único publicado es su constante lucha contra las drogas, además de poner en evidencia su estado de salud.