Denuncian la adquisición y renta de vehículos de lujo, penthouse y suites.
Los estados y municipios han aumentado en 500% el número de observaciones en el uso de recursos públicos, de 2004 a 2006.
Con base en los reportes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de las revisiones a las Cuentas Públicas, se conoció que los estados rebasan por mucho cualquier lista de irregularidades de los entes federales.
En 2004, la ASF ubicó mil 203 observaciones al gasto incorrecto de los estados y municipios auditados; en 2005 la lista de irregularidades llegó a las 2 mil 328 observaciones, y en 2006 –la más reciente en manos de diputados- la cifra llegó a las 5 mil 808.
La comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación en la Cámara de Diputados, consideró que “este aumento en las irregularidades del uso de recursos públicos de parte de estados y municipios es grave y preocupante, pues evidencia una creciente deshonestidad en el gasto del erario”.
Y es que en el detalle de la revisión, la comisión de Vigilancia de la ASF denunció la adquisición y renta de vehículos de lujo para funcionarios públicos, y la renta de penthouse y de suites; además de miles de observaciones sobre transferencias irregulares a trabajadores, transferencia de fondos, compensaciones y prestaciones no avaladas en el gasto público.
En Sinaloa se llevó a cabo la adquisición de vehículos por más de 400 mil pesos con recursos destinados a otros programas federales; además en el municipio de Allende, en Nuevo León se detectó la falta de contratos de órdenes de compra correspondientes a vehículos, equipo de radio comunicación y de cómputo, por casi dos millones de pesos.
También se reportó que en los estados de Guanajuato, Tabasco y Oaxaca se destinaron recursos de fondos federales a otras áreas bajo el concepto de viáticos, compra de vehículos, construcciones, rehabilitaciones y estudios por 24 millones 633 mil pesos.
En el caso de Oaxaca, la ASF especificó que no localizó dos vehículos adquiridos con recursos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados, lo que de entrada es irregular, pues no se dispone ninguna partida financiera para la compra de autos nuevos.
“La recurrencia en el desvío de recursos destinados para programas de apoyo a la población con menor desarrollo, por las autoridades estatales y municipales, demuestra su carencia de voluntad política para contribuir a la transparencia en el gasto público, y unirse al combate a la corrupción”.
“El fracaso de muchos de los programas de desarrollo de infraestructura, de educación, y salud, que la Federación respalda con recursos adicionales a los Estados y Municipios, no obedece hoy a la falta de apoyo económico, sino al desvío de recursos para el beneficio personal de los servidores públicos estatales y municipales”, condenó la comisión en los reportes de conclusiones, durante la revisión de la Cuenta Pública 2006, que se analiza en San Lázaro.
