Hace dos años se requerían 3 salarios mínimos para cumplir con esa lista de útiles escolares de primero de primaria; ahora son necesarios 4.2, según la información de la Profeco. (Archivo)
Autoriza la SEP pedir más material durantelos cursos, sin que sea ‘oneroso’.
La inflación incrementa este año el esfuerzo económico que los padres de familia deben realizar en agosto para cubrir la lista de útiles escolares que solicitan los planteles a los alumnos.
De acuerdo con datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el costo promedio de los materiales incluidos en la lista para primero de primaria se elevó 53 por ciento entre 2006 y este año, al pasar de 140 a 214 pesos.
Hace dos años se requerían 3 salarios mínimos para cumplir con esa lista; ahora son necesarios 4.2, según la información de la dependencia.
En el caso de los útiles para sexto de primaria el incremento fue de casi 81 por ciento, al pasar de 227 a 412 pesos el costo promedio.
Un reporte de la Profeco sobre los precios de los útiles escolares para el ciclo escolar 2008-2009, que inicia la próxima semana, indica que en las tiendas departamentales de la Ciudad de México el costo máximo de la lista va de 236 pesos para primero de primaria a 464 para el sexto grado.
La lista de útiles para primero de primaria incluye tres cuadernos, lápices, goma, pegamento, plastilina, regla, sacapuntas, tijeras, diferentes tipos de papel -por ejemplo bond, cartoncillo, cartulina, china, lustre-, y una calculadora con las cuatro operaciones básicas (suma, resta, multiplicación y división).
La de sexto consta de cinco cuadernos, lápices, bolígrafo, goma, pegamento, tijeras, juego de geometría, compás de precisión, hojas blancas, diccionario escolar y calculadora.
En la “Lista de materiales y útiles escolares autorizados para iniciar las actividades en las instituciones de educación básica para el ciclo escolar 2008-2009”, la SEP deja abierta la posibilidad de que se realicen solicitudes adicionales a los alumnos.
“Los materiales y útiles escolares que se incluyen en las listas para cada nivel educativo son los necesarios para realizar las actividades durante el ciclo escolar; sin embargo, conforme se desarrollen los programas de estudio, el profesor podrá solicitar otros materiales escolares que en ningún caso serán superfluos, excesivos u onerosos”, indica.
Según la última Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), realizada por el INEGI en 2006, las familias mexicanas gastan en promedio casi el 10 por ciento de sus percepciones mensuales en educación.
Sin embargo, ese gasto puede alcanzar hasta el 40 por ciento en el primer mes del ciclo escolar, por el pago de inscripciones o cuotas, uniformes y útiles.
Una familia que se ubicaba hace dos años en el decil 1 de ingresos -el más bajo-, con percepciones mensuales promedio de 2 mil 575 pesos, invertía cerca de 289 pesos en educación, de acuerdo con le ENIGH. Ese gasto aumentaba hasta a 900 pesos durante agosto, previo a la entrada de los alumnos al ciclo escolar.
¿Qué tan útiles resultan los útiles?
En los últimos 30 años la tecnología se ha convertido en una herramienta básica para la educación, sin embargo, las listas básicas de útiles escolares de primaria básicamente no han cambiado.
Así, permanecen algunos materiales que ya no responden a las necesidades actuales de la enseñanza, señalan especialistas.
Carlos Vázquez, coordinador de las primarias anexas a la Escuela Nacional de Maestros, con 24 años de experiencia docente, lamenta que la SEP no tome en cuenta la opinión de los directamente involucrados en el proceso educativo a la hora de elaborar las listas oficiales.
“Ahora que se trabaja con aulas interactivas y que parte del material de investigación, como puede ser un diccionario, está al acceso de todo el grupo, no existe la necesidad de tener un diccionario en la clase. Son cosas que año con año se solicitan y no se han actualizado”, comenta en entrevista.
Los juegos de geometría, agrega, están en muchos casos mal graduados y podrían sustituirse con otros materiales.
David Pedroza, de la Universidad Pedagógica Nacional, señala que es cuestionable la pertinencia didáctica de la calculadora, que se incluye en las listas oficiales de la SEP desde primero de primaria.
“No era un requerimiento escolar y no debería serlo porque los niños deben desarrollar la reflexión y la comprensión, deben entender una operación y no nada más buscar el resultado”, señala.
Para Lorena Vasco, especialista de la Universidad de Estudios Pedagógicos de Baja California, el problema tiene que ver con la insuficiente preparación de los maestros para utilizar los materiales y enseñar su aplicación en la vida.
‘Uno nunca acaba de comprar’
Guadalupe Corona es una madre de familia con dos hijos cursando la escuela primaria: uno en tercer grado y otro en sexto. Cada año va a La Merced para conseguir los útiles a un precio más bajo.
“Una quincena compro los útiles de uno y otra los de otro, porque están muy caros y no me alcanza”, explica.
Este año gastó cerca de 150 pesos en cuatro cuadernos, lápices, colores, sacapuntas, gomas, plumas, juego de geometría y diccionario para su hijo Ramiro, el que cursa tercero. Quedo pendiente una calculadora.
“Pero todavía me falta el uniforme, unos zapatos nuevos y la inscripción de 70 pesos que nos piden en la escuela; la verdad es que nunca se acaba ahí, porque siempre nos están pidiendo más cosas conforme va pasando el año y uno nunca acaba”, lamenta.
La hija de José entrará el lunes a cuarto año de primaria. Viven en el Estado de México, pero para comprar los útiles escolares acuden al Centro de la Ciudad de México a comparar precios.
Encuentran lo más barato en la calle Mesones, donde antes había ambulantes y ahora hay plazas comerciales. Las papelerías venden ahí casi siempre al mayoreo, es decir más de tres piezas.
En su día de compras escolares gastan 500 pesos para el material que requiere la niña, que acude a una escuela pública. El ahorro es de unos 200 pesos.
José aprovecha para compartir con su hija y entre ambos escogen los stickers de personajes animados que adornarán sus cuadernos. Su esposa carga una de las bolsas, él la otra y continúan caminando lista en mano para ver qué les falta comprar.
Cada año hacen el mismo recorrido. Respecto a 2007, calcula el hombre, los precios han subido alrededor de 15 o 20 por ciento.
Los costos se disparan en el caso de las escuelas particulares.
Selena Gómez, madre de un alumno de primaria la escuela Héroes Mexicanos, en la colonia Constitución de 1917 de Iztapalapa, invirtió para el próximo ciclo escolar casi mil 700 pesos en útiles.
Sólo los cuadernos con el escudo de la escuela en la portada y en cada una de las hojas, le costaron mil 100 pesos.
“Pero eso no es todo, también nos obligan a comprar una colección de libros de cuentos que escribe el propio director de la escuela y es obligatorio comprarlo para todos los niños”, se queja la mujer.
La colección se forma de tres libros, que lleva por título “La ortografía es puro cuento”, cuyo autor es Adán Hernández.