Se estima que el número de indigentes ha crecido pero aún no se tiene un padrón de cuántos hay en la ciudad.
El Siglo de Durango
“No hay que darles una moneda a las personas que se encuentran en la calle”, comentó Fernanda Holguín, estudiante de la Facultad de Trabajo Social de la UJED. La situación económica es difícil, y cada vez se está observando más gente en la calle pidiendo alguna ayuda.
Marco Antonio Aguilar García, director del DIF Municipal, comentó que esta actividad se esta acrecentando en la ciudad y se ha visto a muchos indígenas con sus familias ubicados estratégicamente por las calles del Centro Histórico.
Manifestó que la brigada para apoyar a los indigentes que se tienen en el DIF Municipal ha tratado de ayudar a las personas que se encuentran en esta situación, pero desafortunadamente una de las barreras que se tienen es el idioma, por lo que a través de señas se hacen entender.
La mayoría de las personas que se encuentran en esta situación vienen de las partes más cercanas de la Sierra como Mezquital, sin saber exactamente de qué comunidad provengan y si tienen una casa en donde puedan dormir en la ciudad.
MODO DE OPERAR
El funcionario municipal comentó que hace unas semanas se vio a unos indígenas viviendo en una colonia de alta marginalidad, por lo que esta situación se repite en varios asentamientos, por lo que indica que probablemente los indígenas que se encuentran pidiendo en la calle tengan un lugar en dónde dormir y comer.
Añadió que la brigada ha ayudado a los indígenas que se quedan dormidos en rincones de la calle así como en las bancas de las plazas públicas. A los que se encuentran en esta situación se les lleva al Albergue Municipal, se les da de comer, abrigo, y luego vuelven a la calle.
Comentó que esta misma situación se ha visto con personas que viven en el medio rural, vienen cada semana a la ciudad y piden a las personas apoyo y posteriormente se van con las ganancias que obtuvieron de pedir durante todo el día.
Son los niños y los ancianos a los que se les ve más frecuentemente y a pesar de que se ha platicado con ellos esta actividad crece cada día en la ciudad. Finalmente, reconoció que no se tiene un padrón sobre cuántas personas se encuentran en esta situación.
