Los pedidos a las fábricas de Estados Unidos aumentaron el 1.3 por ciento en julio debido a la demanda de aviones comerciales, maquinaria pesada, hierro y acero, informó ayer el Departamento de Comercio. Este dato es superior al previsto por los analistas, que esperaban una subida del 0.8 por ciento, sobre todo después del incremento del 2.1 por ciento registrado en junio. Los fabricantes han visto compensada la desaceleración de la economía estadounidense con un fuerte aumento de la demanda externa, estimulada por un dólar más débil que hace sus productos más competitivos en el exterior. El crecimiento del mes de julio se debió al impulso de la venta de aviones comerciales, que se recuperó al pasar del 21.3 por ciento registrado en junio hasta situarse en el 28.1 por ciento. Los pedidos de transporte en todas las categorías aumentaron el 3.2 por ciento en julio, lo que representó el mejor nivel alcanzado en cinco meses. Julio fue el segundo mes consecutivo en el que los pedidos de vehículos de motor aumentó, con un alza del 0.6 por ciento, lo que permitió mejorar el crecimiento del 3.2 por ciento alcanzado en junio. Sin embargo, este aumento fue recibido con escepticismo, a sabiendas de que los fabricantes de automóviles intentan sobrevivir en un momento en el que la economía está debilitada y los precios de la gasolina están altos, lo que dificulta la venta. Los pedidos de bienes duraderos aumentaron el 1.3 por ciento en julio, tal y como se esperaba, mientras que los pedidos de bienes no duraderos (productos más volátiles como el combustible, los alimentos y los químicos) aumentaron el 1.2 por ciento. La demanda de hierro y acero aumentó el cinco por ciento, los pedidos de maquinaria el 4.1 por ciento y los de maquinaria de construcción subieron el 17.9 por ciento. A pesar de estos buenos resultados, algunos analistas advierten de que esta mejora está directamente relacionada con las exportaciones y no se puede prever cuánto durará su expansión debido a la debilidad económica de Europa y Japón, los dos mercados clave para Estados Unidos Además, la recuperación del dólar podría traducirse en precios menos competitivos frente a otros productos extranjeros.
