Toluca consiguió ayer su pase a la final dejando en el camino al todavía campeón del futbol mexicano. Había dicho José Manuel “Chepo” de la Torre que no iba jugar de manera defensiva en el partido de vuelta y no lo hizo hasta que su equipo se vio con la ventaja, después de su segundo gol los “choriceros” pusieron el cerrojo a la puerta y los laguneros no pudieron hacer nada para abrirlo.
Error estratégico
Los Guerreros iniciaron el juego en Toluca con el mismo parado con el que jugaron en el Corona, un error estratégico, ya que si este sistema fue inoperante en la ida también lo iba a ser en la vuelta. Los tres hombres ofensivos del Santos (Vuoso, Cuauhtémoc y Ludueña) se vieron agobiados por la “diabólica defensiva” e incluso para el segundo tiempo se les notó cansados y faltos de creatividad. Al notar esto, Daniel Guzmán prefirió sacarlos del terreno.
La dosis de entusiasmo por la llegada de “Témoc” sólo le alcanzó para eliminar a San Luis y contra Toluca volvió a ser el equipo timorato que en el torneo regular sólo alcanzó 21 puntos.
Un hospital
Ante Toluca se notaron las bajas de Fernando Arce y sobre todo la de Benítez, que pudo haber dado más explosividad al ataque albiverde. Iván Estrada jugó por debajo de su nivel y se vio que no estaba totalmente recuperado de la lesión de tobillo que sufrió al principio de esta liguilla.
Apretados
Evidente fue el sobrecupo que hubo en los dos partidos de la semifinal entre Santos y Diablos. En el Corona el graderío de sol estaba completamente atestado, donde algunos aficionados tuvieron que ver el juego de pie desde los pasillos de acceso al inmueble. Y durante el medio tiempo, debido al amontonamiento, en los baños una persona sufrió un desmayo. Los directivos deben tener mucho cuidado con este tipo de aspectos, ya que por vender más boletos se excede el aforo del inmueble y se pone en riesgo la integridad del aficionado.
