Calles llenas de piedras y hoyos dejaron los encargados de introducir el drenaje en El Durazno.
La gente protesta por la reelección del Presidente de la Junta Municipal, el mal servicio de drenaje y falta de seguridad pública.
El Durazno, Dgo.- Escasez de agua, deficiencias en el servicio de drenaje y alcoholismo son los principales problemas a los que se enfrentan los habitantes de este poblado; las administraciones pasadas –afirman- solamente se han quedado en el intento de dar solución.
Por otro lado, la reelección de Gilberto Ávila Reyes, como presidente de la Junta Municipal, viola la ley; sin embargo, las autoridades municipales no intervienen al respecto, aun cuando vecinos del poblado ya presentaron su inconformidad.
Mujeres al frente.
Las calles de El Durazno lucen solitarias ya que la mayoría de los padres de familia laboran en la ciudad de Durango; mientras otros ya preparan sus tierras para el ciclo agrícola primavera-verano 2008. Las mujeres están al frente de los hogares y sin excepción dan muestras de inconformidad por la falta de agua.
Lucrecia Ortega Castro comenta que su esposo Pedro Muñoz es albañil y resulta difícil obtener los recursos suficientes para comprar el agua embotellada, a 21 pesos el garrafón, pues la entubada es de dudosa calidad y no expone a sus hijos a una enfermedad.
Por fortuna, Lucrecia es de los hogares favorecidos con el programa Oportunidades, de donde recibe 790 pesos cada dos meses por uno de sus hijos que estudia primaria, lo cual representa un paliativo frente a las necesidades de la casa.
Paliativos.
También Magdalena Soriano Venegas recibe de Oportunidades 822 pesos, pero no puede comprar agua embotellada, por lo que tiene que hervir la que recibe por tubería cada tercer día, pues a parte de ser de mala calidad el servicio no es constante.
Por ello, aprovecha dos horas cada tercer día para llenar sus tambos de 200 litros, los cuales no se llenan; prueba de ello que casi siempre están vacíos. Con esa agua solamente cubren necesidades domésticas, ya que la embotellada es para beber y preparar la comida.
Mala calidad.
María de la Cruz Ávila y Adriana Arreola Castro comentan que el agua no llega de manera constante, pero en cambio el recibo es muy puntual, de 50 pesos por familia, cada mes.
Los depósitos de agua que instalaron elementos de la X Zona Militar hace tres administraciones municipales no fueron la solución, pues los retiraron hace tres años cuando se instaló la red desde El Pueblito, aproximadamente tres kilómetros, pero los resultados no son los esperados, hay escasez y mala calidad.
Deficiencia.
Por otro lado, el drenaje lo instalaron hace poco y los encargados de hacerlo dejaron en mal estado las calles, además con serias fallas del servicio; a la fecha ni el 20 por ciento está conectado a la línea, primero por deficiente y segundo por las carencias económicas de las familias, señala la lideresa Alicia Venegas Ayala.
Faltan gestiones.
Con estos problemas y falta de unidad en el pueblo es difícil resolver los problemas, pues el presidente de la Junta Municipal, Ávila Reyes, no es bien visto por todos, ante la falta de gestiones y por la reelección.
Los fines de semana las calles se pueblan de borrachos, quienes hacen sus necesidades fisiológicas sin importar la presencia de niños; los expendios de bebidas alcohólicas operan a todas horas, incluyendo los domingos en la noche. Al parecer, es el mejor negocio y por eso ya se hacen trámites para otro expendio, lo cual causó malestar en las familias, pues ya no toleran los existentes,
Asimismo, comentan que últimamente está procediendo de mejor manera, ya que al inicio tuvo enfrentamientos a golpes con personas que se oponen a su reelección y prepotencia.
Incluso, al preguntar los nombres de quienes esto opinan se negaron a proporcionarlos, por temor a represalias en ese poblado; esperan que el Municipio responda a la inconformidad de quienes desean conducirse en el marco la ley.
