Fiesta nocturna
Después de varios meses de espera, por fin llega el día, y esta noche, con un magno cartel de lujo que encabezará el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, será inaugurado el Coliseo Centenario.
De gala se vestirá el moderno centro de espectáculos, porque el promotor y empresario taurino Arturo Gilio Hamdan logró conformar dos carteles de primer nivel, que ni la Plaza México, en su Temporada Grande 2007-2008 dentro de su 62 aniversario, lo logró.
Es el caso del mejor rejoneador del mundo, Pablo Hermoso de Mendoza, y ni qué decir de nuestra máxima carta de la fiesta brava, el tlaxcalteca Eulalio López “Zotoluco”, quienes no actuaron en el Coso de Insurgentes.
No así el triunfador Ignacio Garibay, que gracias al corte de dos orejas se ganó su inclusión en el cartel estelar de la corrida del 62 aniversario de la Plaza México el martes cinco de febrero, y que junto con Hermoso de Mendoza y el “Zotoluco” estará actuando esta noche a partir de las 20:00 horas en el Coliseo Centenario.
Las tres figuras del toreo estarán lidiando un encierro de Bernaldo de Quiroz (dos bureles para el rejoneador) y cuatro más de Santa Bárbara para los matadores de a pie.
Y para el sábado a las cinco de la tarde, después de algunos años de ausencia de no torear (vestido de luces, porque vino al festival en el 2007, que se organizó a beneficio de Jorge Mata y vistió de corto) ante la afición lagunera, regresa el máximo exponente de la tauromaquia mexicana, el regiomontano Eloy Cavazos.
Sus alternantes para la tarde sabatina serán el torero sevillano Morante de La Puebla y el capitalino Joselito Adame, con toros de Fernando Ochoa (tres) y Guanamé (tres). Por cierto, los aficionados comarcanos a la fiesta brava tendrán que acostumbrarse a la nueva cultura que prevalecerá a partir de esta noche en el Coliseo Centenario.
Ante la respuesta negativa que se ha tenido por parte de las autoridades municipales de autorizar un nuevo reglamento taurino, la empresa pretende establecer las costumbres que se tienen en todos los cosos del país, en especial el de la Monumental Plaza de Toros México.
En el sentido de no permitir que la gente, a la hora de la lidia, se esté moviendo de un lugar a otro. Mientras que los cubeteros y vendedores de frituras, cigarros y dulces tendrán que esperar hasta que el torero se tire a matar.
De igual manera, la intervención de la banda o grupo musical que amenice los festejos será regulada, porque se pretende, por parte de la empresa, darle categoría de primera al Coliseo Centenario.
En cuanto a la gente en el callejón, también nos enteramos que el encargado de mantener el orden en ese espacio, el ex novillero Paco Trujillo, impondrá su criterio y permitirá únicamente la estancia de quienes tengan que realizar alguna función específica.
Enhorabuena, señores propietarios del inmueble, por darle a Torreón un moderno y funcional centro de espectáculos, que además de la fiesta brava, los laguneros, y quienes así lo deseen de otros estados vecinos, disfrutarán de eventos artísticos, culturales y sociales.