Los pioneros
Fue en el año de 1979, cuando un entusiasta grupo de aficionados y amantes del automovilismo deportivo, se reunió pensando en la creación de un autódromo para la Comarca Lagunera.
Después de algunas juntas y buscar los espacios adecuados, se fue a dar en los terrenos de Dinamita, Durango, en donde actualmente se encuentra el Autódromo Gómez Palacio, escenario de grandes espectáculos del deporte de la velocidad.
Fernando Chapa, conocido piloto lagunero, nos hizo llegar un correo electrónico en donde se refiere a una de nuestras colaboraciones de fecha 25 de enero, en donde con todo acierto nos hace la siguiente aclaración:
Los creadores y fundadores del Autódromo de Dinamita fueron: Fermín Ramírez, Emilio Soto, César Garrido, los hermanos Alejandro y Enrique Pérez, Juan Abusaid, Jorge Chaib, el propio Fernando Chapa y algunos otros cuyos nombres no recordó, a quienes consideró como los pioneros de esta obra.
Comenta Fernando en su comunicado que todo se hizo en 1979, pensando y soñando en correr, en tener un lugar o una pista en dónde apagar sus ansias de corredores de automóviles, logrando hacer una pista de terracería, en donde se realizaron las primeras “picas” y competencias.
En todo esto, afirma que Jaime Espinoza Caro se sumó como un aficionado más a las carreras.
Pero finalmente, así lo reconoce Fernando Chapa, Jaime se vio involucrado en el grupo hasta llegar a invertir recursos en la construcción del autódromo y lograr hacer lo que ya mucha gente aficionada al deporte de la velocidad conoce como el Autódromo Gómez Palacio.
Asevera el piloto lagunero que de ninguna manera quiere restarle méritos a nuestro gran amigo Jaime Espinoza (qepd), ya que gracias a su visión y su gran pasión por las carreras de coches, muchos corredores vimos culminado nuestro sueño de tener pavimentado el autódromo, llegando a colocarse entre uno de los mejores escenarios del automovilismo en todo México.
Todo esto se relaciona con el proyecto que tiene en puerta Francisco Alvarado Paissán, otro enamorado del automovilismo deportivo, de ofrecer a los pilotos laguneros un escenario por el rumbo de La Torreña.
En principio, como así lo hizo el grupo de entusiastas aficionados al automovilismo en 1979, el proyecto está enfocado en tener un autódromo con una pista de arcilla, y por qué no pensar en voz alta, con el tiempo convertirlo en otro excelente escenario más, para beneplácito de los amantes de esta disciplina deportiva.