Para reflexionar
¿Qué tanto beneficia a los corredores de fondo las carreras “moleras” de 10-K, 21-K y maratones, que al igual que en esta Región, en otras ciudades del país se organizan semana a semana?
¿Los atletas acuden con el propósito de establecer marcas, continuar con su preparación rumbo a pruebas oficiales, o bien, por el premio en efectivo que en cada una de las carreras se ofrece a los ganadores? Estas y muchas otras preguntas nos formuló un grupo de personas conectadas con el deporte, ante el gran ridículo que los atletas mexicanos (se refirieron a los corredores de fondo, no generalizaron) hicieron durante los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Porque se observó cómo fracasaron David Galván, Alejandro Suárez y Juan Carlos Romero, quienes han venido a las carreras de esta Región y han ocupado los sitios de honor. Sin embargo en Beijing nomás no pudieron.
Por lo anterior se concluyó que las carreras “moleras” perjudican más que beneficiar, y de continuar así lo que pudiera suceder en un tiempo no muy lejano es lo mismo que en el balompié azteca, que se nacionalice a los extranjeros, en este caso a los corredores kenianos, quienes tienen invadido el territorio mexicano y que son los atletas a vencer en cada competencia.
¿Que cómo le hacen estos corredores para ganar y ganar, al grado que para los mexicanos son los atletas a vencer en cada prueba? Muy sencillo. Grupos de kenianos tienen sus centros de operación en Zacatecas y el Estado de México, desde donde se trasladan a las carreras donde la bolsa a repartir es atractiva, ya que ese es su modus vivendi.
Por lo pronto, y no es de dudarse, para el domingo 31 de agosto, en la carrera atlética del Grupo SIMSA, de menos estarán entre cuatro o cinco kenianos buscando llevarse el monto mayor de la bolsa a repartir. Entonces, por qué no establecen este mismo sistema nuestras autoridades deportivas con los atletas mexicanos.
En México se cuenta con espacios adecuados para el entrenamiento de los corredores. Y desde esos sitios trasladan a los atletas a los lugares de competencia, con el fin de que no pierdan el ritmo y para campeonatos panamericanos, mundiales y olimpiadas se encuentren en forma y puedan hacer un destacado papel.
El doctor Esteban Favela Chávez, director regional de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Unidad Región Laguna, tiene razón cuando pide que las autoridades del deporte federado en el país le pongan más atención a nuestros atletas para dejar de seguir haciendo el ridículo en competencias de carácter internacional, como ocurrió en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.