Antonio Yáñez Mena, líder de los tahoneros de la CTM, ayer recibió un homenaje en las instalaciones del sindicato que dirigió por cuatro décadas.
El Siglo de Durango
El líder social Pedro Ávila Nevárez no pudo evitar el llanto mientras hablaba del legado que dejó Antonio Yáñez Mena al frente del Sindicato de Trabajadores del Pan y su liderazgo en la CTM. La voz del ex Diputado Federal se quebró en más de una ocasión y las lagrimas rodaban por sus mejillas.
Al igual que él, muchas de las personas que acudieron ayer al homenaje que se le rindió en las instalaciones del Sindicato de Tahoneros al dirigente cetemista mostraron el profundo dolor que les causó su partida.
En punto de la 1:00 de la tarde el féretro con el cuerpo de Yáñez Mena arribó al auditorio y como una cálida bienvenida se le brindó un minuto de aplausos.
LUTO
Entre los asistentes al homenaje se encontraban autoridades del sector laboral, regidores del Ayuntamiento capitalino, el dirigente choferil de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Javier Covarrubias Vázquez, y por supuesto un numeroso grupo de panaderos.
Ávila Nevárez fue el orador oficial de este sencillo acto debido al fuerte lazo de amistad que lo unía con Yáñez Mena al conocerlo desde que estaban en la escuela primaria. Resaltó su lucha en pro de los que menos tienen y aseguró que mantuvo su honradez y principios todos los años de su existir.
Tras las guardias de honor se trasladaron los restos del finado a las oficinas de la CTM, donde se le brindó otro homenaje.