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Tal lejos y tan cerca

Genaro Lozano

Sarah Palin, la candidata vicepresidencial republicana, y Barack Obama, el candidato presidencial demócrata, tienen mucho en común. Ambos tienen relativamente una corta trayectoria política, ambos son jóvenes, ambiciosos y de buen ver. Los dos han energizado a sus partidos con sus históricas candidaturas, pero más allá de las semejanzas personales, y aunque las distancia intelectual e ideológica parezca abismal entre ellos, ambos peligrosamente coinciden en un aspecto fundamental que ha caracterizado a la Presidencia de Bush.

El pasado 10 de septiembre el periódico The New York Times reveló que durante el verano el presidente George W. Bush dio una orden secreta por la que autoriza a las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses el realizar incursiones militares en el territorio paquistaní sin la previa autorización del Gobierno de Pakistán. A principios de septiembre, el Ejército estadounidense atacó una aldea en la frontera paquistano-afgana en busca de presuntos terroristas de Al Qaeda y con ello puso aún más presión para el Gobierno del recién electo presidente Asif Ali Zardari.

Los ataques estadounidenses en la llamada zona tribal paquistaní, realizados sin autorización del Gobierno paquistaní, son violatorios del derecho internacional. En particular estas incursiones ignoran el Artículo 2, fracción 4, de la Carta de las Naciones Unidas que estipula: “los miembros de la Organización… se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado”. Adicionalmente, estas incursiones militares violan la Convención de Ginebra, que protege a los civiles en los conflictos armados.

Apenas a fines de julio pasado, Barack Obama afirmó estar a favor de realizar este tipo de incursiones militares. En palabras del candidato demócrata, “si EU tiene información de Inteligencia confiable sobre la ubicación de objetivos terroristas en Pakistán y el presidente paquistaní no actúa, nosotros lo haremos”. Obama tuvo que hacer este comentario luego de que su ex rival Hillary Clinton, quien nunca se manifestó a favor de estos ataques, cuestionara su experiencia en temas de seguridad nacional.

De manera similar, durante una reveladora entrevista con el veterano periodista Charles Gibson de la ABC, la gobernadora Palin, que demostró su poco conocimiento sobre temas de política exterior, dijo al respecto de Pakistán, “si hay Inteligencia legítima y suficiente que nos advierte de un ataque inminente contra los estadounidenses, tenemos todo el derecho de defendernos”.

En otras palabras, tanto el demócrata como la republicana coinciden con uno de los principios fundamentales de la doctrina Bush, los llamados ataques preventivos. A nadie debería sorprender el que la candidata vicepresidencial se posicione en ese sentido. Ni siquiera es relevante el irónico hecho de que John McCain se haya manifestado más a favor de la diplomacia y de trabajar con el Gobierno paquistaní, que a favor de estas incursiones militares. Lo que sí es de notar es la contradicción en la campaña del candidato demócrata.

La fortaleza de Obama se debe en gran parte a su conocida oposición a la guerra en Irak. Gracias a esta generalidad, el candidato ha unido a votantes demócratas, independientes, así como a un pequeño grupo de republicanos, molestos por la invasión iraquí. Sin embargo, en el particular está el detalle y el laberinto en el que Obama se encuentra perdido. Para ganar la Presidencia, el demócrata tiene que asumir posturas de centro e incluso moverse un poco a la derecha en algunos temas. Sin embargo, al hacer eso su lema del cambio se queda sólo en retórica sin sustancia.

Obama y Palin, tan lejos en temas como el aborto, la seguridad social, la economía, los derechos para parejas del mismo sexo, la religión, el medio ambiente, el papel del Estado, etc., pero tan cerca en la arrogancia sobre el mundo que EU ha demostrado particularmente en los últimos ocho años y en su impulso por violar el derecho internacional a su antojo. ¿Es eso cambio de verdad?

Internacionalista y Politólogo

Comentarios: genarolozano@gmail.com

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