A siete años de haber sido fundada, la colonia Potreros de la Laguna todavía no cuenta con los servicios básicos, la luz es tomada de La Virgen, el agua escasea, no hay pavimento y las casas son de madera.
NECESIDAD
A pesar de que hace siete años se conformó la colonia Potreros de la Laguna, los habitantes todavía padecen por la falta de los servicios básicos.
Durango. Las paredes de madera contrastan a simple vista con las de ladrillo, los cables cuelgan casi al ras de la cabeza ligados a postes improvisados, el olor de la humedad que se estancó en la maleza impregna el ambiente; a pesar de que afuera el calor es sofocante, por dentro de las casas el frío es inclemente por el agua que se les metió a mediados del mes de agosto y que todavía tiene rastro. A pesar de que la colonia Potreros de la Laguna se creó hace casi siete años, los habitantes todavía no cuentan con los servicios básicos, las calles siguen siendo de tierra y cuentan con una sola toma de agua para todos los domicilios.
Servicios limitados. Este asentamiento humano se encuentra a las faldas de la colonia La Virgen, solamente las separa una calle; está conformado por aproximadamente 12 manzanas y aunque no se ha contabilizado con precisión, se cree que habitan ahí 34 familias. Mauricia González Gómez fue de las primeras personas que llegaron a vivir cuando se creó la colonia Potreros de la Laguna, ella recuerda que a las pocas semanas les fue permitido acceder al agua potable cuando de una casa de La Virgen les permitieron conectarse a la toma, pero el servicio lo tiene que compartir con todos.
“Ahorita lo que más nos hace falta es el drenaje, porque no tenemos”, expresó Mauricia quien vive con su esposo y sus cinco hijos; añadió que la energía eléctrica también la sacaron por una línea de una las casas de sus vecinos de La Virgen, pero como también se tiene que compartir la variación del voltaje es constante y teme que esto pueda deteriorar los aparatos electrónicos.
¿En el olvido? A decir de Mauricia González, en los siete años que tiene viviendo en Potreros de la Laguna ninguna autoridad se ha acercado con ellos para analizar su situación y regularizarlos. Dijo que solamente hay personas que de buena fe les llevan despensas, ropa y algunas otras cosas; esto sucedió el 18 de agosto cuando el agua que baja del cerro se les metió echándoles a perder prendas y muebles. Afirma que la inseguridad es prácticamente nula pues todos se conocen desde hace tiempo, pero le pide a las instancias correspondientes que les pavimenten las calles, que les doten de agua potable y drenaje o de lo contrario que reubiquen a todos los vecinos.
Avanzan lo que pueden. Marisela Ruiz Frías no se conformó con lo que tenía, es de las pocas personas que tiene una casita hecha de ladrillo pero para eso tuvo que trabajar arduamente y ahora tiene una pequeña tienda donde vende dulces para salir adelante. Pero coincide en que la prioridad es el servicio del drenaje, aunque también sufre por la poca presión del agua potable; comenta que su principal petición es que los regularicen para disponer de comprobantes de domicilio que en ocasiones los necesitan para trámites, pero es imposible su acceso a ellos.
Les cobran por promesas
Durango. Una de las vecinas de la colonia Potreros de la Laguna, que prefirió omitir su nombre por temor a represalias, declaró que se cuenta con los servicios de un abogado que dice estar realizando los trámites de regularización de este asentamiento. Sólo que el litigante cobra cuotas para la realización de trámites y en cinco años que tiene haciendo las gestiones no les ha dado solución alguna; la denunciante, a quien llamaremos Angélica, dijo: “sinceramente yo dejé de acudir a las juntas que hace cada dos meses, porque yo dejé de trabajar y no tenía dinero para pagar las cooperaciones que nos pedía”. Coincidió en que la principal necesidad es el servicio de drenaje.
La colonia Potreros de la Laguna fue creada hace cerca de siete años, pero hasta la fecha no cuenta con los servicios básicos.
(fotofrase 1): Mauricia González, Ama de casa
“Cuando vienen a regalar despensas o esas cosas no llegan hasta acá. Se las reparten nada más a las personas de las otras calles”.
(fotofrase 2): Marisela Ruiz Frías, Ama de casa
“Hace poco vino el Presidente Municipal pero no se acercó, nada más se quedó allá en la calle por donde bajó el agua cuando se inundó”.