Actualmente el 85 por ciento de los procesos productivos en una empresa son soportados por el departamento de tecnología.
Promueven los estándares de calidad con el fin de integrar las tecnologías de Información en las empresas.
¿Por qué si la mayoría de los procesos de una empresa que son exitosos son soportados por el área de Tecnologías de Información (TI), ésta no es reconocida positivamente?
De acuerdo con Pink Elephant, proveedor mundial de servicios de TI, arriba del 85 por ciento de los procesos de negocio en una organización soportan su funcionalidad en alguno de los “fierros” que administra el departamento de tecnología.
Sin embargo, el peso en la toma de decisiones no siempre está respaldado por el conocimiento o las estrategias del área de TI, dice José Manuel Flores, director de Tecnología de Pink Elephant.
Por lo general, agrega Flores, el responsable del área de TI es quien debe adaptar y aterrizar las necesidades de los directivos en una empresa sin que se le haya consultado.
Uno de lo paradigmas que debe romperse al interior de una compañía es la exclusión de los expertos en Tecnologías de los Consejos de Administración.
Es ahí donde se toman las decisiones y definen los procesos que aportarán mucho valor a un negocio.
Por tanto, la alternativa es “integrar el área de TI con el negocio” o desaparecerla y depender del outsourcing para el mantenimiento de la estructura de sistemas.
Uno de los caminos para lograrlo es la certificación, dice Flores, pues a través de ella trasciende el impacto de este departamento para la empresa.
Pink Elephant promueve la adopción de las normas y estándares de calidad incluidas en la Biblioteca de la Infraestructura de Tecnología de la Información (ITIL, por sus siglas en inglés) para ayudar a obtener mejores resultados en el negocio.
Entre otros cambios, la organización pasa de ser reactiva a proactiva, mejora la eficiencia y efectividad de los procesos que se traducen en una reducción de costos, además de que se mejora la prestación de servicios.
Y aunque al oído o para el ojo resulta sencilla la enumeración pasada, lograr los objetivos significa una verdadera transformación en los hábitos de la cultura organizacional.
La tasa de fracaso en la implementación y adopción de estas prácticas de gobernabilidad alcanza a 7.5 de cada diez proyectos en el mundo y al 99% en Amérca Latina.
Manuel Flores atribuye este fenómeno a la resistencia para romper paradigmas. ITIL, asegura, debe verse como un cambio en la forma de vida y la certificación como un paso natural de maduración.
A diferencia del resto de certificaciones en materia de TI que buscan acreditar a individuos, el objetivo de ITIL es garantizar la continuidad y disponibilidad en todo momento de los procesos de una empresa.
Además, se deben transparentar las prácticas y volverlas auditables, de modo que pueda realizarse un seguimiento puntual de la productividad de empleados y procesos.
Y aunque el tema de la administración de los servicios vinculados al área de TI no es nuevo, para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas en el país sí resulta novedoso.
Flores refiere que la Versión 2 (V2) de ITIL se remonta a 1999 y la última liberación de esta edición fue en 2004 cuando se añadieron dos tomos sobre la perspectiva de los negocios.
En mayo 2007 se actualizó la librería con la V3, donde el cambio sustancial respecto a la edición pasada es la integración del área de TI en el negocio y no sólo la alineación de procesos como venía haciéndose.
Una vez se respeten las políticas del ITIL dentro de la compañía podrá buscarse la certificación de la ISO 20000 en el área de administración de servicio y la ISO 27001 en el esquema de seguridad.
Para José Manuel Flores, las Pymes mexicanas representan un nicho de oportunidad. “Cada vez están integrando más tecnología en la búsqueda de mayor competitividad. Entienden que puede convertirse en un diferenciador”.
No sólo es tener una computadora portátil o contar con acceso inalámbrico a internet. Se trata de contar con el respaldo en el respaldo de la información y en las transacciones electrónicas o comercio electrónico, por ejemplo.
De otro modo, los procesos que se realicen en la empresa podrán continuar generando o no valor a la compañía.
Arma contra la ignorancia
De acuerdo con un estudio realizado por PISA, el país fue ubicado en último lugar en cuanto a educación se refiere en las lista de los 30 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Para Juan Alberto González, director general de Microsoft México, una de las opciones para mejorar estos resultados es la “innovación tecnológica para la educación”.
González afirma que “no hay espacio físico para los estudiantes”. Si de 13.15 millones de niños que ingresan a la primaria sólo 2 millones llegan a la universidad, empresas como Microsoft le apuestan a las aulas del futuro, donde los estudiantes cuenten con una computadora personal y tomen clases desde cualquier punto de la ciudad o país.
Microsoft firmó un acuerdo de colaboración con el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Estado de México, para impartir la Cátedra Microsoft: Tecnología aplicada para un mundo real.
Roberto Rueda Ochoa, rector de la Zona Centro del Tec, afirma que “los jóvenes requieren oportunidades para interactuar con gente que está marcando la pauta, lo que queremos es que nuestros alumnos puedan visualizar el tipo de profesionista que requiere nuestro país”.
Sólo 40 alumnos de alto rendimiento académico podrán inscribirse en esta clase donde en un laboratorio conocerán a detalle el uso y beneficios de soluciones como Windows Vista, Microsoft Office System, Microsoft Expresión y Windows Live.
Luego de un año los estudiantes que acrediten recibirán una certificación con reconocimiento internacional por parte de uno de los Partners in Education Trainers de Microsoft.
“La alianza es para lograr una mejor calidad en la educación, mayor competitividad e inversión, más riqueza, oportunidades y más y mejores empleos”, finalizó Alberto González.
