Con sólo oprimir una pulsera, adultos mayores pueden pedir atención en caso de urgencia. (El Universal)
Con sólo oprimir una pulsera, adultos mayores pueden pedir atención en caso de urgencia.
Sobre su muñeca se abraza una pulsera de la que resalta un botón negro. A simple vista parece sólo un botón, pero para la señora Celia de 84 años significa su seguridad y muchas veces hasta su compañía. Sabe que en cualquier momento del día y la noche puede presionarlo y en 10 segundos alguien le contestará preguntándole qué se le ofrece; en realidad, Celia puede necesitar cualquier cosa: un enlace con su médico porque se siente mal, una patrulla porque teme de algún sospechoso que está en la calle, una ambulancia para una emergencia o simplemente compañía.
Celia vive con su marido de 90 años, Antonio; ambos son parte de los 420 mil ancianos que viven solos y de los 3 mil que cuentan con un botón de ayuda para emergencias. En tres años los han apretado más de mil veces, pero sólo dos han sido de urgencia. “Mi esposo comenzó a sentirse mal, me enviaron una ambulancia y cuando llegamos al hospital todos mis hijos y nietos ya estaban ahí”, dice.
Enlace de Vida es la empresa que les presta el servicio de emergencia por 399 pesos al mes. Todos los días les llama a las 12 del día para saber cómo están y cualquier irregularidad se la hacen saber a sus hijos y nietos. Esta empresa sabe dónde viven, cómo se llaman sus hijos y nietos y cuáles son sus teléfonos, saben qué enfermedades padecen, quiénes son sus médicos y qué tipo de ayuda pueden necesitar.
El botón negro que significa seguridad para los señores Celia y Antonio es un dispositivo de respuesta inmediata que contacta al usuario con una central de emergencia, capaz de enviar hasta el domicilio ambulancias, médicos, policías y bomberos, en caso de ser solicitados.
“Además de atender emergencias nuestro sistema permite hacerles recordatorios de toma de medicamentos y un monitoreo constante, mantenemos informados a los hijos de cómo están sus padres”, dice Luis Rivera, director de Enlace de Vida.
Selene trabaja de enlace y recibe 50 llamadas por hora, pero sólo 10% son de emergencia, las otras 45 son para saludarla, para platicarle qué harán de comer o simplemente para contarle su vida.
Ya ha salvado varias vidas, “tenemos historias de gente que se ha caído y que de no haber tenido el botón hubiera pasado días sin que nadie se diera cuenta o usuarios a los que les han dado infartos”, dice.
Cuenta que en cuatro años que tiene la empresa en México ha pasado de todo. También, que hay ancianos famosos entre los asistentes, pues llaman diario para saludar aunque el botón significa más que compañía, pues puede salvarles la vida.
Males que atacan con la edad
Las cinco enfermedades de la vejez son:
*El 55% de las personas mayores de 65 años sufre de artritis.
* El 50% de la población es hipertensa a partir de los 50 años.
* Entre 5% de la población mayor de 60 años sufre de demencia senil tipo Alzheimer, 10% los
mayores de 70 años, 20% los mayores de ochenta y 40% los mayores de 90 años.
*La diabetes.
*Tumores de cualquier tipo; en las mujeres el más común es el de mama y en el hombre es el de próstata y el de colon.
Telemedicina, la apuesta
En México, el sector salud le apuesta a la telemedicina. Se espera que uno de cada cuatro mexicanos sea viejo para 2050 y no existe la infraestructura adecuada para atender a tanta población mayor de 60 años. Así que la idea de mantener una cama con los medicamentos necesarios que pueda necesitar un diabético conectada a una computadora, por la cual el paciente pueda comunicarse con un médico las 24 horas y éste le administre medicamento, después de oprimir un botón, no es futurista, esto existe en países como Francia y puede ser una de las maneras de atención en un futuro para el país.
Agustín Lara es el director del Programa de Salud del Adulto y del Anciano de la Secretaría de Salud y asegura que la telemedicina y la tecnología, en general, serán indispensables cuando la población mexicana alcance sus máximos porcentajes en adultos mayores de 60 años.
En Nuevo León, por ejemplo, aún no se llega a los alcances de países del primer mundo, pero ya se aplica la telemedicina en diabéticos. Los médicos revisan los ojos de los pacientes con un software y una camarita que permite capturar la imagen y enviarla a un hospital para su análisis.
Para Agustín Lara, lo primero en lo que hay que trabajar es en el diagnóstico, pues “no podemos suponer que vamos a envejecer igual que en Europa o Estados Unidos. Las estrategias de inversión deben ser adecuadas para la sociedad en la que vivimos, los mexicanos mayores primero necesitan pañales, lentes, vacunas, aunque es verdad que la inversión en tecnología no puede esperar más”.
