Desde la aparición del teléfono celular, este sistema de comunicación ha aprovechado los avances científicos y tecnológicos. La primera generación nació en 1979 en Asia, era analógico y utilizaba ondas de radio. (El Universal)
Cuando el celular cumpla 50 años será el más avanzado, por ser el aparato tecnológico que tiene el ser humano más a la mano.
La primera llamada que salió de un teléfono celular fue para anunciar que lo habían logrado, que habían ganado. La hizo Martin Cooper, gerente de Motorola, a sus competidores de AT&T. 25 años después otro gerente de una compañía móvil declara en el Foro Económico Mundial de Davos que “quien no tiene un teléfono celular, le falta parte de las funciones humanas”.
La frase la dijo el gerente de China Mobile Communications, Wang Jianzhou. Y la idea de este empresario chino parece no estar lejos de las imágenes cotidianas, pues hay investigadores en convergencia digital como Luis Miguel Martínez, que aseguran que los celulares son parte de las personas. “Si se te olvida en casa sientes que perdiste una parte de ti, porque no sólo es un teléfono, es tu compañero personal, ahí cargas con tus contactos, tus fotos, tus juegos, tu música, tus videos y tu historia en mensaje”.
Cuando la gente personaliza de esta manera la tecnología, se la apropia y el celular dejó de ser un simple teléfono. El que Martin Cooper descubrió hace 25 años, ya nada tiene que ver con lo que hoy se conoce como teléfono celular.
“Por este invento han pasado tres generaciones y media, lo que representa, por lo menos, seis cambios tecnológicos en el aparato”, dice el doctor Martínez, coordinador del departamento de convergencia digital de la Universidad Iberoamericana.
El primer celular pesaba casi un kilogramo. La batería duraba una hora. Medía 33 centímetros de largo, 4.4 de ancho y 8.9 de espesor. Costaba 3 mil 995 dólares (casi 46 mil pesos). En su desarrollo se invirtieron 15 años y 100 millones de dólares. Se puso a la venta el 6 de marzo de 1983. En 25 años perdió peso y costo, pues hoy, el más ligero pesa 40 gramos y el más barato cuesta 50 pesos.
En 1983, nadie que viajara en el transporte público cargaba con uno, tampoco en los reglamentos de las escuelas primarias había un apartado que dijera: “Guarda tu teléfono para el recreo”, ni mucho menos había teléfonos móviles de venta en el Oxxo por 50 pesos. Es más, ni Oxxo había.
El aparato se ha democratizado. Hoy, uno de cada cuatro mexicanos dice tener por lo menos un celular. Rebasó a las líneas telefónicas fijas, pues hasta diciembre de 2007 ya había 68.24 millones de suscriptores de telefonía móvil en México, cifra que se traduce en 64.2 líneas por cada cien habitantes y que representa un incremento de 21% con relación al año anterior, según la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
La comunicación celular en México se triplicó desde el año 2000 a la fecha. Cada hora se intercambian 3.2 millones de mensajes y en un mes se envían o reciben más de 2 mil 300 millones de SMS, más del doble de lo que se registró en 2006, según los datos más recientes de la Cofetel.
A 25 años de su descubrimiento, la telefonía celular genera ganancias de 77 millones de pesos a las empresas que la trabajan. Se estima que el rubro de datos, dentro del cual está el envío de SMS, representa 10% de sus ingresos.
PERSONALIZADOS
Los usuarios han personalizado a sus celulares, pues los hay de colores, con brillitos, enfundados, con pantallas touch, con acceso a Internet, con música y con diversos dispositivos.
Luis Miguel Martínez explica que el móvil se ha convertido en el compañero de juegos cuando esperas en la fila de un banco. En el detective de las parejas cuando revisan las llamadas y mensajes del otro, en un lazo inalámbrico entre padres e hijos y en una herramienta de trabajo”.
Tiene sus bondades, maldades y servicios. Por celular se pude ordenar desde una pizza, hasta un taxi o un servicio de prostitución. Por teléfono móvil se tiene una niñera electrónica donde los papás controlan a sus hijos, pues tienen la posibilidad de hablar con ellos tan sólo con marcarles, pero también por celular se extorsiona y se amenaza.
El celular ha rebasado la legislación. “Las maldades que se cometen por teléfono celular han sido un tema en el que no ha profundizado la Ley. Las extorsiones por teléfono móvil requieren mucha más discusión, pero los gobiernos tienen que acelerar el paso para legislar estos delitos, pues la tecnología va cinco años más delante que las Leyes”, dice Martínez.
Roberto Bermúdez es sociólogo de la UNAM y asegura que la tecnología ha rebasado no sólo a la Ley, sino que además ha cambiado la forma de operar de la delincuencia organizada. Hace unos días, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal anunciaba que 31 mil 430 llamadas de extorsión telefónica se habían atendido en el Consejo Ciudadano en los últimos tres meses y que se tenía identificados a 3 mil 415 números telefónicos de extorsionadores. “Aunque esto no sirve de nada, pues los números se cambian fácilmente con un chip de 50 pesos”, dice el sociólogo.
Explica que los teléfonos móviles han sido utilizados por la sociedad como medio de control, pues lo mismo lo usa la novia o novio desesperado para vigilar a su pareja, que un extorsionador desde su celda en algún reclusorio.
Para el especialista de la Ibero, que la delincuencia utilice el celular para trabajar, es un proceso normal, pues al cambiar la forma de comunicación siempre cambiará la forma de trabajo.
A DÓNDE VA EL CELULAR
Todavía tiene sus fallas. “El acceso a Internet es malo y caro por celular. El costo por llamada sigue siendo alto, pues en México sólo hay cuatro compañías de telefonía celular, lo que permite que el mercado se monopolice y pueda tener las tarifas más caras del mundo”, dice Luis Miguel Martínez.
Pero a pesar de que las tarifas por llamada telefónica móvil están por arriba del costo de la canasta promedio de la OCDE, los mexicanos le invierten a sus teléfonos, pues el costo promedio en los 30 países que integran el organismo, es de 423 dólares al año, mientras que en México es de 663 dólares en el mismo periodo.
Según los especialistas en tecnología, el celular será uno de los gadgets que más avanzará tecnológicamente. “Cuando el celular cumpla 50 años, será muy diferente, es más, dejará de llamarse celular. Será más rápido, más barato. Se podrá conectar con alguna parte de nuestro cuerpo”, dice el investigador de convergencia digital.
Tal vez, podrás comunicarte con otras personas por medio de vibración o de algún olor que te remita a la persona.
“Podrían transmitir olores, emociones, sabores; estarán más integrados a nuestros sentidos a través de algún tipo de conexión sensorial. Se podrá percibir la música, pero sin audífonos, aunque también se puede volver un medio de control más fuerte del que hay ya”, explica el investigador.
El teléfono celular dará lugar a muchos ejercicios tecnológicos en el futuro. Por ser el aparato tecnológico que tiene el ser humano más a la mano y que está acostumbrado a cargar todos los días, será el más avanzado.
“Muy pronto se podrá ver televisión en vivo y más tarde será un aparato de convergencia que se podrá intercomunicar con lo que sea, como el coche o la casa. La evolución de la tecnología se verá reflejada primero en los teléfonos celulares”.
