Critica Benedicto XVI que recursos materiales y humanos sean usados para gasto militar en lugar de financiar proyectos de desarrollo
El Papa Benedicto XVI expresó ayer su temor a una guerra total “de terrible profecía” que corre el riesgo de transformarse en una “trágica realidad” y lanzó una dura condena contra la carrera armamentista global.
“La guerra jamás es inevitable y la paz siempre posible. Ha llegado el momento de cambiar el curso de la historia, de recuperar la confianza, de cultivar el diálogo y de alimentar la solidaridad”, afirmó.
En un mensaje enviado a los asistentes al seminario “Desarme, desarrollo y paz” organizado por el Pontificio Consejo Justicia y Paz del Vaticano el Papa delineó un escenario negro en el moderno orden mundial.
Advirtió que fenómenos como el terrorismo “afectan seriamente” el futuro de la humanidad, en las relaciones internacionales prevalece la desconfianza y la soledad mientras los pueblos se sienten divididos los unos con los otros.
“En diversas áreas del mundo persisten tensiones y guerras, donde no se vive la tragedia de la guerra existen difundidos sentimientos de miedo e inseguridad”, estableció.
El obispo de Roma fustigó además que “ingentes recursos materiales y humanos” sean empeñados para gastos militar en lugar de financiar proyectos de desarrollo para los pueblos, especialmente los más pobres y necesitados.
Consideró que esto se opone a la carta de la Organización de las Naciones Unidas que compromete a la comunidad internacional y a los estados a promover el establecimiento y mantenimiento de la paz y la seguridad mundial.
“Lo que se va registrando es que la producción y el comercio de armas están en continuo crecimiento y asumen un rol predominante en la economía mundial”, ponderó.
“Renovo por tanto -apuntó- el llamado a que los Estados a reducir los gastos bélicos y a tomar seriamente en consideración la idea de crear un fondo mundial para destinar a proyectos de desarrollo pacífico de los pueblos”.
Rechaza Benedicto XVI cena en Casa Blanca
El Papa Benedicto XVI no participará en la cena de gala que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ofrecerá en su honor el 16 de abril en la Casa Blanca, dijo ayer el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
La Casa Blanca había informado ayer de la organización de una cena en honor del Pontífice, que ese mismo día se entrevistará con Bush, con ocasión de su viaje a Estados Unidos del 15 al 20 de abril.
A la cena han sido invitados todos los miembros de la delegación del Vaticano, los cardenales estadounidenses y algunas autoridades del país, pero la oficina de prensa recordó que “no es costumbre de los Papas acudir a este tipo de actos”.
Lombardi confirmó que algunos purpurados que viajan en la delegación vaticana participarán en la cena, pero no aclaró si también lo hará el secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone.
Benedicto XVI llegará a Washington en la tarde del 15 de abril y el día siguiente, cuando celebra su 81 cumpleaños, será recibido por Bush en la Casa Blanca.
El Papa celebrará su cumpleaños con un almuerzo en la sede de la nunciatura en la que participarán los cardenales norteamericanos y por la tarde celebrará las vísperas en la Basílica de la Inmaculada Concepción y se reunirá con los obispos del país.