Uno de los peores terremotos en varias décadas estremeció hoy el centro de China, matando a unas ocho mil 700 personas, y atrapando a casi 900 estudiantes.
Las autoridades chinas temen que el terremoto de 7.8 grados Richter que sacudió hoy la suroccidental provincia de Sichuan se convierta en uno de los más devastadores de los últimos años, como el de 1976 que dejó más de 265 mil muertos.
El constante y rápido crecimiento del índice de muertos en Sichuan por el sismo, que según al último balance oficial se acerca a los ocho mil 700, y las miles de personas atrapadas bajo los escombros, lo colocaría como el más mortífero del presente siglo.
También se colocaría entre los cinco más devastadores del país desde 1920, cuando más de 200 mil personas murieron en la norteña provincia de Gansu por un terremoto de 8.6 grados Richter, el más intenso de los registros de los grandes sismos en China.
Entre los más devastadores que han azotado al gigante asiático también se ubica el sismo de 8.3 grados Richter que sacudió el 22 de mayo de 1927 la norteña provincia de Xining, que cobró entre 185 mil y 200 mil vidas humanas.
Sin embargo, el que prevalece fijo en la mente de los chinos adultos jóvenes y los de la tercera edad fue el del 27 de julio de 1976 con 8.0 grados Richter, que según datos oficiales dejó 265 mil muertos, aunque organismos internacionales estiman en 300 mil las víctimas.
La intensidad del sismo de este lunes destruyó grandes zonas de Sichuan, principalmente del distrito de Beichuan, cerca a la capital provincial, Wenchuan, donde el número de muertes supera los tres mil, debido a que el 80 por ciento de los edificios se derrumbó.
La agencia oficial de noticias Xinhua reportó horas después del sismo, registrado alrededor de las 14:28 horas locales (06:28 GMT) el desplome de al menos tres escuelas entre ellas una secundaria, donde habrían quedado atrapados al menos 900 estudiantes.
Pese a que el primer ministro Wen Jibao ordenó el envío inmediato del ejército y grupos de socorro a las zonas afectadas, en varias de ellas la ayuda no había llegado cerca de la medianoche, debido al cierre de caminos y los desprendimientos de tierra.
Las labores de rescate también se ven afectadas por las lluvias que azotan un intensa área de la provincia de Sichuan y los deslaves de cerros, que tras el fuerte movimiento sísmico han seguido, poniendo en riego la vida de los socorristas.
El servicio sismológico nacional reportó al menos 300 réplicas de hasta 5.0 grados en la escala de Richter tras el terremoto, los cuales fueron perceptibles incluso en esta capital.
Además de la provincia de Sichuan, el temblor afectó las vecinas Shanxi, Chogqing y Gnsu, donde se reportan 61, 50 y 48 muertos de manera respectiva, y graves daños materiales.
Aunque también se sintió en todo Pekín, el centro financiero de Shanghai, donde los enormes edificios fueron evacuados de inmediato, y la capital tailandesa, Bagkok, ubicada a más de tres mil kilómetros de distancia.