Resulta impresionante el solo ver el enorme socavón ocurrido el viernes 21 de noviembre en esta vivienda en la esquina de Pirineos y Nevado de Toluca, en la colonia César G. Meraz.
Los colonos de la César G. Meraz viven con el ‘Jesús en la boca’; varias casas han sido afectadas por hundimientos y hasta ahora sólo han sido evacuadas 82 familias.
Vivir en la colonia César G. Meraz o en la Emiliano Zapata, es vivir con el Jesús en la boca, ya que se han registrado cinco hundimientos que han derribado viviendas y hacen recordar lo sucedido hace 17 años cuando una mujer fue “tragada” por la tierra. Son ya 82 casas evacuadas, pero faltan cientos de familias más que no se han retirado porque no tienen a dónde irse.
La situación ya es desesperante para las familias que habitan esa populosa zona, donde existen alrededor de 1,100 viviendas, incluyendo también parte de la colonia Villa de las Flores.
El lunes 22 de septiembre pasado, se presentó la primer abra o hundimiento en la colonia Emiliano Zapata, justo frente a la vivienda de Consuelo Dávalos, aquella mujer que desapareciera un 23 de agosto de 1991, en el hueco de más de diez metros de profundidad que se formara en el interior de su casa, debido a la humedad que provocó el paso del río Nazas.
El hundimiento era de metro y medio de diámetro por unos siete de profundidad, pero luego se hizo más grande su diámetro y más hondo. De inmediato surgió el temor entre los vecinos, temor que se acrecentó cuando volvió a ocurrir otro hundimiento, luego otro y otro más y el más reciente el viernes 21 de noviembre en la casa marcada con el número 320 de la calle Nevado de Toluca, esquina con Pirineos, con mayores dimensiones, de unos diez metros de diámetro por cerca de 20 metros de profundidad.
Los vecinos se han organizado para exigir a las autoridades una solución de fondo al problema, toda vez que la gran mayoría no sabía del riesgo que corrían al asentarse en ese lugar, donde tienen su único patrimonio familiar.
“Tengo miedo. Ya no duermo bien en las noches nomás de imaginarme que se pueda hundir la casa con nosotros dentro. Nos cobran Predial y pagamos por todos los servicios. Entonces no es justo que abandonemos nuestras casas así nada más, pues no tenemos dinero para comprar otra casa”, dijo Norma Patricia Rodarte, vecina de la colonia César G. Meraz, durante una de las reuniones que se han realizado con autoridades municipales y estatales. Norma, al igual que otras mujeres y sus familias, decidieron irse a otro lugar más seguro.
El director de Protección Civil, Alberto Navarrete Valenzuela, precisa que en las colonias Emiliano Zapata, César G. Meraz y Villa de las Flores, hay 1,119 fincas distribuidas en 70 manzanas, pero lo que se considera zona de riesgo son 25 manzanas. Hasta el momento hay sólo 82 casas evacuadas.
Personal del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), realizó ya estudios pero son superficiales y de acuerdo a datos preliminares, sí existe riesgo de que se presenten otros hundimientos, aunque los resultados finales serán dados a conocer en la primera semana de diciembre.
Se habla de otros estudios más profesionales, por parte de especialistas del Servicio Geológico Mexicano (SGM), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) o de especialistas particulares, pero se estima que costaría un millón 700 mil pesos.
En el caso han intervenido el Municipio, el Gobierno del Estado a través de la Comisión de Aguas del Estado de Durango (CAED) y el Gobierno Federal por medio de la Comisión Nacional del Agua, aunque hasta el momento no hay nada concreto.
En la reunión del lunes 24 de noviembre en el Salón Azul de la Presidencia Municipal, una de las vecinas recordó que ya existen estudios desde años atrás que mencionan el riesgo por la formación de las capas del subsuelo.
La propuesta de los vecinos es clara: que si existe riesgo real de que cualquier persona ponga en riesgo su vida sólo por el simple hecho de vivir ahí, que se hagan las gestiones necesarias para que el Gobierno los indemnice y abandonen sus casas para irse de manera definitiva a otro lugar.
Ya en los lugares más cercanos a donde se han registrado los hundimientos, las casas están deshabitadas y algunas personas acuden de día para revisar que no haya malas noticias.
Elementos de Protección Civil y de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), ejercen vigilancia día y noche para evitar que los ladrones aprovechen que las viviendas se encuentran solas.
El alcalde, Carlos Aguilera Andrade, declaró el pasado jueves que en vez de destinar los recursos económicos en otro estudio, se utilicen para comenzar la reubicación de las zonas consideradas de mayor riesgo. “Si ya sabemos que es una zona de riesgo, ¿para qué gastar más dinero en saber lo que ya sabemos?”.
Para el regidor y presidente de la comisión de Protección Civil, Mateo Rodríguez Santacruz, los estudios deben hacerse y de esa forma, en caso que resulten positivos a riesgo, que se tramite ante las instancias federales, por medio del Gobierno del Estado, se declare zona de desastre para poder acceder a los recursos federales.
“La gente tiene mucha razón en estar inconforme y protestar, pero hay pasos que debemos seguir, porque así lo marcan los lineamientos, para poder llegar a una indemnización en caso que así tenga que ser”, considera el regidor.
as oquedades
Son varios los socavones registrados en Lerdo, tanto en colonias como otros puntos de la ciudad, a consecuencia de la avenida extraordinaria del río Nazas. Algunos de ellos:
- El 22 de septiembre ocurrió el primero en la colonia Emiliano Zapata.
- El 26 del mismo mes se hundió un tramo de la carretera federal 40, tramo Lerdo-Los Ángeles.
- El 20 de octubre se reportó uno más en terrenos cultivables del poblado El Huarache y otros en el interior del Parque Raymundo.
- El dos noviembre en el patio de una vivienda de la colonia César G. Meraz.
- El viernes 21 de noviembre en la vivienda de dos pisos ubicada en Pirineos y Nevado de Toluca de la misma colonia.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón