Durango

Temor en el velorio de los decapitados

Sicarios dejan un mensaje a la mamá de “El Lobo”. En el funeral hubo poca asistencia.

Sombrerete, Zac.- Varias camionetas Suburban, con alrededor de diez sujetos fuertemente armados, merodeaban desde el pasado jueves por la noche la casa de Germán y José Cruz Serrano Castro, en el barrio La Jasso, ubicado al Sur del municipio, y esperaron hasta las 12:00 de la noche para irrumpir violentamente.

Intención. Buscaban a uno de sus hermanos apodado “El Lobo” -cuyo nombre no fue proporcionado-, dedicado presumiblemente a la venta de droga en la comunidad. Al no encontrarlo, se llevaron a Germán y a José Cruz, de 36 y 20 años, respectivamente. Este último “era inocente”, señalan los vecinos ya que era muy tranquilo y no andaba en malos pasos.

Estrategia. Agregan que una semana antes ya se habían llevado a otro de los hermanos Cruz Serrano de nombre Miguel y a la esposa del “Lobo”, con la intención de presionarlo para que diera la cara. Regresaron el jueves a medianoche, irrumpieron violentamente en la humilde casa donde vivían todos, y los gritos de la madre de los hoy occisos no bastaron para evitar que se los llevaran.

En el Barrio de La Jasso, según señalan los vecinos, no se observa vigilancia policiaca. Ese barrio es uno de los más pobres y donde abundan el alcohol y las drogas.

Después de los hechos violentos que se suscitaron en aquella vivienda, los sicarios le dieron un mensaje a la madre para que lo hiciera llegar a “El Lobo”, en el sentido de que si éste no aparecía acabarían con su familia, razón por la que existe temor de regresar al hogar.

Secuestro. Los vecinos agregaron que sólo vieron por las ventanas cuando los sujetos subieron a los hermanos a las Suburban y también subieron a uno de sus primos apodado “El Candy” (Alejandro Cruz), quien al igual que los demás hasta la fecha está desaparecido.

Las fuentes señalan que fue hasta este viernes por la mañana cuando se enteraron por los propios vecinos de que habían encontrado dos cuerpos en la carretera a San José de las Corrientes, en Vicente Guerrero, Durango.

Funeral. Un grueso contingente de soldados arribó este domingo a la Funeraria Casval de esta ciudad, ubicada en la avenida Aréchiga; habían traído los cuerpos de los decapitados.

Los soldados revisaban a cada uno de los vehículos que arribaban por el lugar alrededor de las 20:00 horas. Los cuerpos fueron depositados en la sala de velaciones y los militares se retiraron.

Por la mañana los familiares de los occisos señalan que arribaron al domicilio del presidente municipal, Vicente Márquez Sánchez, quien a través de su sobrino les dijo que no los podría atender.

En la funeraria tampoco hicieron acto de presencia las patrullas policiacas ni personal de Protección Civil, a pesar de los familiares que sufrieron desmayos. Los vecinos preguntaron y éstos contestaron que tenían órdenes estrictas de no pararse por el lugar.

Temor. El temor se reflejó en el funeral, ya que en La Jasso habitan aproximadamente 500 vecinos y sólo acudieron al velorio unos ocho familiares y alrededor de 20 sujetos de aspecto “cholo”; se dedicaron a silbar y a cantar afuera de la funeria.

Este lunes se realizó la misa a las 16:00 horas en la Iglesia de La Candelaria y después fueron llevados al panteón de la localidad.

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