El astro del tenis mundial, Roger Federer, celebrará mañana viernes su cumpleaños, justo durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. (EFE)
El astro del tenis mundial, Roger Federer, celebrará mañana viernes su cumpleaños más especial hasta el momento, en una fiesta de más de 90 mil personas de los cinco continentes, con un dragón pirotécnico en el cielo de más de tres kilómetros de largo y un espectáculo coreográfico que se extenderá por tres horas. Buena manera de cumplir 27 años, justo durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
“Sin duda será el cumpleaños más significativo que tenga en mi vida, bueno, al menos que se diera el caso de que tuviera un hijo en esa misma fecha, lo cual por el momento no está planeado”, bromeó el suizo ante más de 200 reporteros.
En un extremo del recinto, un camarógrafo chino gritaba desesperado ante cualquiera que se atravesara en su toma, enganchándose en una pelea con otro oriental, donde sólo el volumen de su voz y los agitados aspavientos podían indicar un altercado.
A ninguno de los dos pareció importarles que Federer estuviera tratando de escuchar la pregunta de un reportero que para colmo de males, no tenía un micrófono en la mano.
“El ruido de los fotógrafos es tanto que no puedo escucharlos”, dijo el astro del tenis.
Codazos para ganar posición, gente pisándose los pies, sonrisas de disculpa y voluntarios buscando un hueco entre la multitud para poder tomar una fotografía del suizo, evidenciaban que la elección del lugar había sido errónea.
Dos días antes, el nadador estadounidense Michael Phelps dio su conferencia en el salón más grande, parecido a un auditorio, pero en esta ocasión, Federer no pudo ser ubicado ahí, porque el equipo estadounidense femenil de básquetbol tenía asignado el recinto, con menos de la mitad de quórum que el tenista.
Las preguntas para el tenista volaban rápido al aire y la mayoría de los cuestionamientos deportivos parecían aburrirlo, así que trataba de darle un giro más divertido.
“Cargar la bandera hace cuatro años en Atenas fue bueno, pero no tan bueno como conocer a mi novia, creo que ese fue el evento de 2004, conocerla, porque la bandera tan sólo pude cargarla 10 minutos y con mi novia ya llevo cuatro años”, dijo riendo Federer, lo que desató una carcajada comunal entre los asistentes.