El presidente de Ecuador, Rafael Correa (izq.), da la mano a su homólogo Álvaro Uribe de Colombia durante la Cumbre de Grupo del Río en Santo Domingo. (Fotografías de AP) El presidente de Colombia, Álvaro Uribe (2da. der.), da la mano al mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega (izq.) y al de Venezuela, Hugo Chávez, terminando el debate tenso en la cumbre sobre la incursión fronteriza militar de Colombia en el suelo ecuatoriano.
En medio de aplausos de los asistentes a la Cumbre de Río, los presidentes se estrechan las manos
en señal de paz.
El conflicto que llevó a América Latina a una crisis por el diferendo entre Colombia y Ecuador quedó superado.
Al concluir los trabajos de la Cumbre del Grupo de Río el presidente Rafael Correa aceptó las disculpas públicas de su homólogo colombiano Álvaro Uribe y aceptó el compromiso de este último de que le entregaría documentos que vinculan a la FARC con funcionarios de su Gobierno.
La aceptación de Correa a este acuerdo, que quedó plasmado en un documento de 10 puntos, se selló con un choque de manos entre Uribe y Correa cuando el mandatario colombiano se puso de pie para dirigirse al lugar de Correa y tenderle la mano en señal de paz.
Con un cierto aire de desconfianza, Correa correspondió al gesto y de esa manera el mandatario colombiano hizo un recorrido para saludarse y felicitarse con otros mandatarios por haberse superado este conflicto.
En el documento final de la Cumbre quedó constancia de que se violó el territorio ecuatoriano; que Colombia no volverá a cometer otra acción de este tipo; que se reconocen las disculpas de Uribe; que Uribe entregará documentos sobre las FARC a Ecuador; que se respalda la determinación de la OEA y sus respectivas indagatorias y que se continuará la lucha contra el narcotráfico y los grupos criminales.
También se determinó mantener abiertos los canales de comunicación para apoyar cualquier esfuerzo por lograr la paz.
Después de esta determinación de Correa y Uribe, el presidente de Nicaragua Daniel Ortega, informó que daba marcha atrás el rompimiento de relaciones con Colombia.
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, expresó en su intervención en la cumbre directamente a su colega de Ecuador, Rafael Correa, que “ante su sonrisa, le digo que no tenemos interés de ocultamiento”, con respecto a dar información respecto al operativo en la frontera en donde murió el guerrillero de las FARC “Raúl Reyes”.
El presidente Uribe señaló también que “no eran arcángeles durmiendo en pijama, eran terroristas” y acusó directamente a su homólogo ecuatoriano Rafael Correa de no cooperar en la lucha contra el terrorismo.
Uribe dijo estar dispuesto también a pedir perdón de nuevo si es necesario. Pero sostuvo que hicieron lo correcto para abatir a quien calificó como “el gran obstructor de la paz en Colombia, (Raúl Reyes)”.
Con respecto al bombardeo Uribe aseguró que el ataque se dio desde espacio aéreo colombiano, a unos mil 800 metros de la frontera y que los disparos no se hicieron desde el Sur, como se ha dicho.
“A las guerrilleras heridas se les brindaron primeros auxilios y las dejamos para que no dijeran que estamos ocultando testigos. Además, dimos las coordenadas exactas en donde se encontraban”, informó Uribe.
En su intervención también presentó documentos extraídos de las cuatro computadoras del guerrillero.
‘ES MOMENTO DE ENFRIARSE’
Horas antes, el presidente venezolano Hugo Chávez dijo ayer que es el momento de “irse enfriando” y que los nervios en torno a la crisis con Colombia comiencen a templarse.
Poco después, el presidente colombiano Álvaro Uribe aseguró que “nuestro problema es exclusivamente con el grupo terrorista de las FARC”.
Antes de inaugurarse la XX Cumbre del Grupo de Río, Chávez estimó que la reunión sería “positiva, porque va a ayudar al debate; tenemos que debatir, conversar y ése es el primer paso para buscar camino”.
Venezuela y Ecuador entraron en la última semana en una dura disputa diplomática con Colombia, por una incursión de su Ejército a territorio ecuatoriano para atacar una base de las FARC.
ABATEN ‘COMPAÑEROS’ A OTRO ALTO MANDO DE LAS FARC
El guerrillero “Iván Ríos”, quien fue asesinado por tres de sus compañeros de armas, era el más joven de los miembros del Secretariado de las FARC y uno de los jefes con mayor proyección al interior de la organización insurgente.
La muerte de “Ríos”, confirmada ayer por el Gobierno, representó un nuevo “golpe moral” para las FARC, por las responsabilidades que tenía en su condición de cuarto hombre al mando de esa guerrilla.
“Ríos”, cuyo verdadero nombre era Manuel Muñoz Ortiz, tenía bajo su cargo el frente Noroccidental de las FARC, uno de los más fuertes del grupo rebelde, y su deceso se suma al de “Raúl Reyes”, quien fue abatido el sábado pasado en un campamento insurgente en Ecuador.
“Reyes” fue asesinado el miércoles pasado por tres de sus compañeros en la localidad centro-occidental de Aguadas, según confirmó ayer el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.
De acuerdo con la versión oficial, el jefe rebelde fue ejecutado por guerrilleros debido al régimen en que mantenía a sus subordinados ante la presión de las tropas colombianas.
Los compañeros de “Ríos”, que se acogieron al programa de protección de testigos, le cortaron una mano y la llevaron ante miembros del Ejército como prueba para cobrar la recompensa que ofrecía el Gobierno colombiano por su ubicación y captura. Los rebeldes llevaron luego a las autoridades al lugar donde se encontraba el cuerpo de “Ríos”, el cual fue recogido por las tropas.
Entregarán cadáver de ‘Raúl Reyes’ a su antigua esposa
La Fiscalía colombiana autorizó ayer la entrega del cadáver del guerrillero “Raúl Reyes” a María Hilda Collazos Claros, antigua esposa de este jefe rebelde, considerado como el “número dos” de las FARC y abatido el pasado fin de semana en Ecuador, informaron en Bogotá portavoces de la entidad judicial.
La decisión la adoptó la Unidad Nacional Antiterrorismo de la Fiscalía General “tras surtir los trámites de rigor y constatar que la señora María Hilda Collazos Claros era la cónyuge” de Luis Édgar Devia Silva, nombre real de “Raúl Reyes”, precisó la fuente.
La mujer era una de las varias personas que desde comienzos de esta semana se habían presentado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF) para reclamar el cuerpo.
Un abogado y un representante de una secta de La Plata (suroeste), la localidad natal de “Raúl Reyes”, también habían pedido por separado que se les entregara el cadáver.
La fiscalía indicó que la orden le fue impartida al IMLCF, que el pasado primero de marzo recibió el cadáver del líder insurgente, abatido en la madrugada de ese mismo día en una operación de las Fuerzas Armadas de Colombia contra un campamento de las FARC en Ecuador.
El también portavoz internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) murió junto a otros 23 insurgentes en un bombardeo en Santa Rosa, paraje ecuatoriano a unos mil 800 metros de la frontera sur colombiana con el país vecino. La acción desató una profunda crisis diplomática con Ecuador, Venezuela y Nicaragua, que fue zanjada ayer en la Cumbre del Grupo de Río que se celebró en República Dominicana, foro del que Colombia también es miembro.
La antigua esposa de “Raúl Reyes”, padre de dos hijos, asumió el compromiso de no cremar el cadáver, sepultarlo en un cementerio conocido y si decide llevarlo fuera de Bogotá deberá contar para ello con un permiso de las autoridades de sanidad.