Elementos de la PFP, policías del estado y militares encabezaron el traslado de los reos, quienes se habían amotinado desde la madrugada de ayer en el penal de Cadereyta. (El Universal)
Cesan a tres funcionarios e investigarán a todos los custodios del penal.
La cifra de reos fallecidos durante el motín que ocurrió la tarde del miércoles en la penitenciaría local de La Mesa, se incrementó a 28, según testigos que vieron llegar ese número de cuerpos al Servicio Médico Forense (Semefo).
No obstante, el procurador de Justicia, Rommel Moreno Manjarrez, informó de 17 decesos; antes, el secretario de Seguridad Pública, Daniel de la Rosa Anaya, habló de 19.
Además, oficialmente se reconoció que el número de heridos ascendió a 45, la mayoría por arma de fuego.
Estas víctimas se suman a las de la revuelta que sucedió en el mismo penal el domingo pasado, cuando cuatro internos murieron y 25 resultaron heridos. En total, 32 occisos —las autoridades no han reconocido las últimas 11— y 70 lesionados, algunos policías con golpes de piedras y objetos que los internos arrojaron.
Y aunque la situación aparentemente está controlada por las autoridades y ya se iniciaron los trabajos de limpieza y reconstrucción de los destrozos, aún persiste el riesgo de estallidos violentos, porque los familiares no conocen la condición de los presos, alertó el procurador de los Derechos Humanos de Baja California, Francisco Javier Sánchez Corona.
El titular de la Procuraduría de Justicia, Moreno Manjarrez, confirmó la detención de tres funcionarios por los delitos de violación a la administración de la justicia y por haber incurrido en omisiones durante las revueltas del miércoles y del domingo, que costó la vida a otros cuatro internos.
Se trata de la subsecretaria del Sistema Estatal Penitenciario, Simona Gamiño Gurrola; el director de Centros Penitenciarios, Miguel Ángel Canet Sánchez, y el director del reclusorio de La Mesa, Carlos Arturo González García.
Explicó que 30 custodios de turno durante los dos motines, se encuentran bajo investigación, además de que hay un celador detenido y dos más se están prófugos por su presunta responsabilidad en el homicidio de un recluso la noche del sábado anterior, lo que presumiblemente detonó la violencia.
Moreno Manjarrez también confirmó que se investiga quiénes son los responsables de las muertes, ya que aseguró que los reos no tenían armas de fuego y que la mayoría falleció por disparos calibres .223, 7.62 y 45, similares a las que utilizan las fuerzas policiacas.
El Gobierno Estatal instaló mesas para informar a familiares si sus internos están heridos o fueron trasladados a otros penales, pero no dio a conocer la relación de fallecidos, por lo que la incertidumbre prevalece entre las familias que ignoran si sus parientes están muertos o en el penal.
Esta situación es la que mantiene latente el riesgo de nuevos desmanes, dijo el ombudsman bajacaliforniano, Sánchez Corona.
El pasado miércoles, poco después del mediodía, internas iniciaron una revuelta para reclamar agua, comida y que les informaran a sus familiares sobre su situación, pues desde el domingo anterior, cuando se había registrado un primer motín, había total incomunicación.
Tras una balacera que duró dos horas, con apoyo de las policías Federal y Estatal Preventiva, se sometió a los amotinados y se reportó calma en la cárcel, mientras 223 internos (63 mujeres y 160 hombres) eran trasladados a los penales de Ensenada y Tecate.
Motín en Cadereyta deja 35 heridos
Al menos 30 celadores lesionados y cinco reos heridos es el saldo de un amotinamiento que se prolongó por más de 10 horas en el penal de mediana seguridad de Cadereyta.
Todo inició cuando alrededor de las cinco de la mañana de ayer un grupo de 25 reos intentó tomar el control del centro penitenciario, según confirmaron autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Al filo de las 14:40 horas llegaron unos 300 elementos de las Policías Federal, Estatal y militares, quienes
rodearon el reclusorio e ingresaron por las diferentes puertas y en poco tiempo sometieron a los 25 reos amotinados. “Con el fin de desactivar el origen del conflicto y evitar mayores disturbios, se procedió al traslado de estas personas a los penales de Topo Chico y Apodaca”, declaró el funcionario.