En huelga de hambre La diputada federal Dolores de María Manuel-Gómez Angulo (PAN), inició una huelga de hambre en la explanada de la Cámara de Diputados en protesta por el alza de las tarifas de electricidad en el estado de Baja California. (El Universal)
Sólo la bancada del PRD subió a la tribuna para manifestarse.
Sin presidente de la República, diplomáticos, gobernadores e invitados especiales, manifestantes afuera de San Lázaro, retenes policíacos, ni las interpelaciones de los últimos años, se vivió el nuevo 1 de septiembre en el Congreso.
Desde 1917, cuando se instauró esta fecha para el Informe de Gobierno, el Congreso no vivía una jornada tan anticlimática, sin sobresaltos, sin gritos y “dejó atrás los resabios del viejo presidencialismo”, como dijo Adolfo Mota en la tribuna al fijar la postura del PRI.
Con media hora de retraso inició la sesión de Congreso General con la asistencia de 105 senadores y 460 diputados, quienes con una inusual tranquilidad arribaron a un recinto que esta vez no fue un “búnker” y hasta extrañaron las porras y las interpelaciones.
En la cita hubo coincidencias en temas como la inseguridad y la ola de secuestros que afectan al país, al tiempo que se guardó un minuto de silencio en memoria del líder de izquierda y luchador social Gilberto Rincón Gallardo, quien falleció el sábado.
La bancada del PRD, nostálgica de los sombrerazos, tomó parte del viejo esquema y expuso arriba de la tribuna cinco pancartas donde solicitaba no criminalizar la lucha social, la libertad de presos políticos, criticó las tarifas de Comisión federal de Electricidad y denunció presuntos casos de corrupción.
El perredista Juan N. Guerra, en tribuna, resumió lo que se vivió en San Lázaro: “atrás quedó el besamanos y el día del presidente y esperamos que ahora sea el Día de la República y de los ciudadanos”.
El coordinador de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN), Héctor Larios Córdova, destacó la necesidad de una reforma energética y dijo que en caso de no aprobarse, “en la próxima Legislatura se establecerán nuevos impuestos para sustituir los faltantes de petroleo”.
Adolfo Mota, diputado federal del PRI, llevó a tribuna la posición de su partido y anunció que no escatimarán recursos para el presupuesto del próximo año en materia de seguridad.
Consideró que el país se encuentra en un estado de emergencia, por quienes lucran por la impunidad, al hacer alusión a la marcha del sábado pasado.
En las curules, que en los últimos años incluso sirvieron de barricadas para impedir el acceso del presidente Vicente Fox a la tribuna, ahora hubo relajamiento, bromas, algunos aplausos y bostezos ante los discursos maratónicos de las ocho fracciones políticas.
Sólo hubo esbozos de rechiflas y bulla de la bancada del PAN y aplausos de la fracción del Frente Amplio Progresista (FAP) cuando el diputado Jaime Cervantes, del Partido del Trabajo (PT) concluyó su discurso con el rechazo a la reforma de Pemex y aludía el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.
En el balcón de invitados especiales, que en años pasados estuvo lleno de embajadores, empresarios, gobernadores y líderes religiosos la lideresa nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes Rangel, dialogaba con algunos legisladores.
Al término de los ocho posicionamientos, cada uno de aproximadamente 20 minutos, se dio trámite al oficio enviado por el presidente Felipe Calderón Hinojosa y en donde remite su Segundo Informe de Gobierno.
El presidente de la Mesa Directiva del Congreso de la Unión, Horacio Duarte, anunció la recepción del documento al pleno y turnó al Senado de la República y a comisiones el Segundo Informe de Gobierno del Ejecutivo federal.
Al final del maratón de discursos, de las visiones y de las coincidencias hubo una salida lenta de legisladores de San Lázaro, en una tarde en la que se dio la última palada a un formato establecido en 1824 por el primer presidente de México, Guadalupe Victoria.
‘Truenan’ maestros contra Alianza
Miles de maestros salieron ayer a las calles para protestar contra la política educativa del Presidente Felipe Calderón y externar su rechazo a la Alianza por la Calidad de la Educación, que firmaron la SEP y el SNTE en mayo pasado, por considerar que afecta sus derechos laborales.
Mediante bloqueos a oficinas de Gobierno, casetas de peaje y avenidas, docentes de Morelos, Guerrero, Veracruz, Puebla, Querétaro, Guanajuato, Chiapas, Tlaxcala y Quintana Roo exigieron la renuncia de Elba Esther Gordillo como dirigente del sindicato magisterial.
Además demandaron dar marcha atrás al cierre de escuelas normales; aumentar el número de plazas y permitir la venta de las mismas, entre otros reclamos.
Proponen en Zócalo huelga nacional
Integrantes de organizaciones sindicales campesinas y populares marcharon desde el Ángel de la Independencia hacia el zócalo capitalino, donde realizaron un mitin para demandar un cambio a la política económica y social del presidente Felipe Calderón.
Se pronunciaron por una huelga nacional y exigieron que renuncien los funcionarios públicos federales ante la “incapacidad” del Gobierno por atender los problemas y necesidades de esos sectores.
En un pronunciamiento general demandaron, entre otras cosas recuperación del poder adquisitivo de los salarios, incremento salarial de emergencia, eliminación de los contratos colectivos de protección, renegociación del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y cumplimiento del Acuerdo Nacional para el Campo.
A través de Martín Esparza, dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, las organizaciones que participaron también en una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo hicieron un llamado a “tomar la sede del Congreso de la Unión” para evitar una reforma pendiente a la privatización del sector energético.