Sólo tres de cada 10 agentes han recibido rifles automáticos prometidos desde mayo.
A los agentes federales los mandan a la guerra contra el narco con pocos fusiles.
Y es que apenas 3 de cada 10 agentes de la Policía Federal Preventiva han sido dotados con los nuevos rifles automáticos R15 prometidos desde mayo pasado.
Sólo 15 agrupamientos, que equivalen a unos 4,500 agentes de los 14 mil que deben recibirlas, operan con nuevos fusiles.
En tanto, deben enfrentar a los cárteles del narcotráfico con armas semiautomáticas que tienen un poder de fuego mucho menor a las del crimen organizado.
En las últimas 10 batallas que grupos del narcotráfico han sostenido con fuerzas federales y militares, predomina el uso de armas largas, casi todas AK47 y AR15, así como lanzagranadas.
El poder de fuego del narco ha derivado en enfrentamientos que controlan las fuerzas federales después de varias horas, como la del 28 de septiembre en China, Nuevo León, contra presuntos Zetas, o la del 2 de marzo en Tijuana contra una célula de los Arellano, la cual terminó hasta el día siguiente.
Los fusiles Barret con capacidad para perforar blindajes a distancias de hasta dos kilómetros, son considerados por el Ejército como una de las armas más poderosas que los cárteles del narcotráfico tienen actualmente.
El general Julio Abdón Pedroza, comandante de la 43 Zona Militar con sede en Apatzingán, Michoacán, explicó que dos armas de ese tipo han sido decomisadas a la organización criminal de “La Familia”, pero que otros cárteles también las usan.
“Las características de esta arma implican una connotación muy peligrosa para la seguridad de la gente y la seguridad de nuestras tropas”, dijo el mando militar.
Esta arma, fabricada en Estados Unidos, usa municiones de 12 centímetros de longitud, es de calibre .50, cerrojo de corto recorrido, cadencia de hasta 70 disparos por minuto y una velocidad de 643 metros por segundo, según explicó el jefe de la 43 Zona Militar.
Su alcance es de hasta dos kilómetros, explicó, puede mejorarse con un equipo de visor telescópico con intensificador de luz estelar.
“Es un arma de un calibre propio de las Fuerzas Armadas. Es una bala penetrante, mucho muy potente”, agregó Julio Abdón Pedroza.
Esta arma normalmente es empleada por tiradores élites en unidades de Operaciones Especiales y Secciones de Reconocimiento en Estados Unidos.
En tanto, el problema del tráfico de armas no se ha resuelto en el país. Según un estudio de la PGR, el mecanismo para adquirirlas desde México es aún muy sencillo y hasta similar a la que tienen los civiles estadounidenses.
El modus operandi de los grupos delincuenciales mexicanos, asegura el informe, consiste en pagar a un ciudadano estadounidense para que las adquiera y éste a su vez la vende a los traficantes, quienes trasladan las armas en “operación hormiga” en compartimentos de los automóviles que pasan a México.