Con una rodilla que lo tuvo a maltraer pero un corazón inmenso, Tiger Woods se resistió a la derrota una y otra vez para conquistar el Abierto de Estados Unidos, en una ronda de desempate que incluso debió alargarse a un hoyo adicional. (AP)
El estadounidense Tiger Woods se adjudicó el decimocuarto título de su carrera al imponerse por tercera ocasión en el Abierto de Golf de Estados Unidos, en un playoff dramático que tuvo que definirse en un hoyo de desempate.
Luego que el domingo Woods empató a su compatriota Rocco Mediate en 283 golpes, uno bajo par, en un emotivo final que forzó la disputa de otros 18 hoyos, disputados ayer en el Torrey Pines Golf Course, sin embargo, éstos no fueron suficientes y tuvo que disputarse un hoyo extra, luego que ambos terminaron la ronda con 71 impactos.
Ambos jugadores sostuvieron una cerrada batalla en busca del ansiado Major, y aunque hacia el noveno hoyo Tiger lideraba el playoff por tres golpes, su rival afinó la puntería y comenzó a nivelar las acciones.
Y no sólo las niveló, Mediate aprovechó un raro titubeo del número uno del mundo en el hoyo 17 para darle la vuelta a las tarjetas y colocarse en el liderato por apenas un golpe, situación virtualmente idéntica a la del domingo.
Del mismo modo que en el final de la ronda regular, a Mediate lo traicionaron los nervios, en tanto, el actual líder de la clasificación PGA sacó a relucir la sangre fría para igualar las acciones en el último banderín y obligar el desempate, que se jugó en el hoyo siete.
En una extraordinaria demostración Woods dejó su bola a menos de un metro en su tercer tiro, para embocarla en su siguiente turno, en tanto Mediate falló por muy poco en su intento por la igualada, para ceder el título a su rival.
En el playoff, Woods consiguió cuatro birdies, en los hoyos seis, siete, 13 y 18, por otros tantos bogeys -tres, ocho, 11 y 12-, mientras Mediate mejoró el par en las banderas tres, 13, 14 y 15 y se fue arriba en la uno, cinco, nueve y diez.
