Todas las tiendas quieren su aguinaldo en diciembre

CONSUMO INTELIGENTE

Recomienda Profeco administrar los gastos, pagar las deudas y no caer en el consumo irreflexivo

Según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en estas fechas se gasta más de la mitad de lo que se gana en todo el año, pues la Navidad se ha transformado en la fiesta por excelencia del consumo, sin embargo, la dependencia advierte que debe cuidar su aguinaldo y ahorrar una parte para las deudas del próximo año.

Diciembre es una época que alienta el consumismo utilizando como pretexto las tradiciones y costumbres asociadas a las fiestas navideñas o de fin de año, ya que por todos lados aparecen ofertas especiales, aparentes descuentos y ventas a crédito.

La Profeco considera importante comprar en función de las necesidades y posibilidades de cada quien, pues se trata de una época propicia para regalar y eso también favorece las prácticas comerciales abusivas. Además, muchos de los productos que ofrecen en el mercado no son necesarios o salen de los planes o presupuesto de las personas, obligándoles a gastar de más o a quedar endeudados.

Para aprovechar mejor el aguinaldo, la Profeco hace algunas recomendaciones en función de las compras navideñas. Ante todo, hay que planear, adoptar una actitud racional y reflexiva hacia la utilización de esta retribución económica y tratar ante todo que dicha percepción sea sinónimo de bienestar familiar.

Fíjese un presupuesto y ajústese a él, distribúyalo de tal manera que después no tenga problemas económicos para solventar otros gastos que se presentan en estas fechas. Recuerde que hacer gastos impulsivos durante la Navidad puede ser perjudicial para su bolsillo.

Para la Profeco, no hay mejor manera de aprovechar su aguinaldo que pagando deudas; al liquidar las tarjetas de crédito, por ejemplo, estará dejando de pagar intereses y comenzará el año con menos presiones económicas. Es importante que comprare precios y calidad de los productos antes de realizar las compras y disponer de tiempo para elegir mejor.

Evite en la medida de lo posible la presión consumista y publicitaria, tome en cuenta que la comercialización está orientada para crear nuevas necesidades que en muchos casos son superficiales y superfluas. Adquiera sus bienes o servicios en lugares establecidos que otorguen comprobantes de compra o factura y conserve estos documentos, pues son indispensables para hacer válida la garantía o para realizar una reclamación

No se entusiasme con las promociones “compra ahora y paga después”, de todas maneras va a tener que pagarlo, por lo que es importante que haga sus cuentas y analice si podrá pagar el total de las compras. Recuerde que el crédito es una ilusión para vivir por encima de nuestras posibilidades.

Si piensa comprar juguetes considere las necesidades y gustos de los pequeños, infórmese y adquiera juguetes propios de su edad, teniendo en cuenta que no siempre los más promovidos son los mejores.

Considere también la posibilidad del ahorro, pues esto permite contar con una cantidad de dinero para gastos imprevistos y enfrentar mejor la llamada “cuesta de enero”.

La Profeco señala que es preferible recordar las fiestas decembrinas por haberlas disfrutado, y no cada fin de mes por tener que pagar las deudas contraídas.

Piénsele, ahí viene ‘la cuesta’

La Profeco señala que es en esta temporada cuando las personas sienten que cuentan con más dinero, por lo que es importante tomar en cuenta todos los gastos e inversiones que se tienen con anticipación como pago de servicios del hogar como Predial, tenencias, educación, servicios médicos, entre otros.

-Si estos gastos no son considerados se pueden convertir en un dolor de cabeza al tener que lidiar con las cuentas que comienzan a llegar y que borran de la memoria los dulces recuerdos de las fiestas de fin de año.

-Aprender a consumir inteligentemente supone un esfuerzo, pero no es algo imposible, es una actitud diaria que consiste en darse plena cuenta para elegir de manera cuidadosa lo que se compra.

-No se trata de ser “tacaños” o de “privarse de las compras”, sino de pensar qué es lo que realmente se necesita.

-Se debe recordar que la felicidad no está en las compras.

FUENTE: Procuraduría Federal del Consumidor