la cuenta regresiva para el concierto que el tenor Plácido Domingo ofrecerá en Chichén Itzá, a celebrarse el cuatro de octubre. (Fotografías de archivo)
Colocan estructuras livianas para el concierto de Plácido Domingo en Chichén Itzá; negocian el aumento de aforo.
Para autorizar El Concierto de las Mil Columnas: Plácido Domingo en Chichén Itzá, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) establecieron varios controles, el más importante, relativo a las cargas en la zona de vestigios arqueológicos.
Según esos lineamientos, se instalará un escenario liviano, pero de estructura “espectacular”, anticipó Darío de León, productor ejecutivo de la gala programada para el 4 de octubre.
“Está hecho con una aleación de ese tipo de material metálico que investiga y procesa la NASA, es lo más nuevo que hay en material resistente, fuerte, pero con muy poco peso”, refirió, sin detallar cuántos kilos pesará.
Especialistas del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, como Ernesto Becerril, han advertido de la fragilidad de los enclaves prehispánicos y del deterioro que causa la concentración masiva de personas, maquinaria o camiones.
Ayer los organizadores comenzaron a descargar el equipo, y hoy iniciará el montaje del escenario, para proseguir con la instalación de la iluminación y el sonido.
“Vamos a trabajar en horarios compatibles con la actividad normal de la zona, ésta no se cerrará porque trabajaremos por la noche, después de que terminen las visitas”, aclaró De León.
Tampoco podrán ingresar vehículos pesados, agregó, por eso se recurrirá a camionetas y autos compactos para que trasladen al equipo y a una gran cantidad de gente que ayude al desplazamiento del mismo.
La última fase, prevista para el jueves, corresponde a la colocación de 4 mil butacas, aunque se mantienen negociaciones “para ver cuántas podemos meter en última instancia”.
Originalmente el Gobierno de Yucatán, organizador del espectáculo, proyectó reunir a 10 mil espectadores, cifra que el Consejo de Arqueología del INAH consideró perjudicial en mayo pasado, en un dictamen que desaconsejaba la realización del acto en el sitio maya, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Luego, en junio, esa instancia técnica reconsideró y dio su anuencia, tras recomendar un aforo de 4 mil personas.
Benito Taibo, vocero de la institución, explicó que por seguridad de la zona se acordó esa cantidad y que cualquier modificación deberá ser avalada por la Coordinación Nacional de Arqueología.
“Si hay una ampliación será siempre hacia atrás, no hacia adelante, es decir, no acercándonos a las estructuras”, comentó.
Un equipo de expertos del INAH se trasladará al lugar para supervisar que todo se realice sin menoscabo del sitio, informó.
