Siguen mejorando beisbol en estadios
Hace un año fue Chihuahua la que aportó a la Liga Mexicana un nuevo y formidable estadio de beisbol con la llegada de un Dorados que tomó el lugar de Córdoba, mientras que este año será Nuevo Laredo el que vaya a estrenar un formidable parque que tiene capacidad para 8,500 espectadores y con todos teniendo butacas de concha. La gente que está al tanto pronostican que va a ser uno de los mejores que hay en todo México y vaya si la ciudad fronteriza se merecía este nuevo estadio después de seis décadas de estar buscando uno nuevo.
Los Tecolotes están heredando al Rieleros de Aguascalientes y naturalmente el problema principal es que no parecen tener un equipo necesario para llegar a los playoffs y tanto la directiva que encabeza Víctor Lozano como el manager Dan Firova van a necesitar hacer milagros para armar un equipo que pueda estar en la pelea. Rieleros ocupó el último lugar de la zona norte el año pasado y les quitaron algunos jugadores antes de vender la franquicia.
Tecolotes apareció en la Liga Mexicana de 1940 y fue el primer club en tener juegos de noche, por lo que se llamó Tecolotes al equipo de la frontera. También entró Torreón a la Liga Mexicana e igualmente tuvo sus juegos entre semana con el sistema de alumbrado. Precisamente en 1943 debido a la polémica reglamentación de que al pitcher americano Terry McDuffie no se le permitía lanzar de noche en Torreón el club Algodoneros perdió el campeonato, terminando medio juego atrás del campeón Monterrey.
McDuffie era un pitcher que tiraba muy duro, era descontrolado y todavía los bateadores no usaban cascos. Por eso la liga prohibió que lanzara de noche en Torreón donde el alumbrado todavía estaba de acuerdo a ese tiempo. Y un juego que ganó McDuffie por la noche lo forfitearon y por eso perdió la corona el equipo manejado por Martín Dihigo.
Fueron por un tiempo Nuevo Laredo y Torreón los únicos en tener juegos nocturnos hasta que en 1947 el Parque Delta de la capital ya tuvo partidos bajo las candilejas.
