490 BASES ROBADAS AL SALÓN DE FAMA
Antonio Briones comenzó su paso por la Liga Mexicana con los Sultanes de Monterrey pero fue hasta que en su tercera temporada lo cambiaron al Indios de Ciudad Juárez que se convirtió en el rey de las bases robadas, y en su quinta temporada se robó hasta 42 colchonetas para seguir con un año de 68 estafas. Esa fue su cifra más alta en una temporada, y al terminar su carrera de 19 campañas totalizó 490 robos, para continuar siendo el número uno en ese departamento de gran velocidad.
Daniel Fernández se quedó a 11 al anunciar su retiro de la pelota activa al principio de esta temporada, y Luis Arredondo, que ocupa el tercer lugar, podría llegar a ser el primero de la historia en arribar a las 500 estafas. Sin embargo habrá que esperar, ya que Arredondo ya no está robando tantas bases como en sus años de completa juventud.
Briones pasó 13 temporadas con los Indios de Ciudad Juárez y fue parte del único campeonato ganado por ese equipo, el de 1982.
Después de eso pasó dos años con los Algodoneros de Unión Laguna, 1985 y 1986, en que todavía era el rey de la velocidad al robarse 50 bases en el primer año en Torreón y 43 en el otro. En 1987 pasó al Tabasco y su producción de robos bajó a 38. Un año después se despidió con Bravos de León con solamente cuatro robos. Fueron lesiones las que terminaron su carrera, ya que entonces tenía 36 años.
Briones tuvo tres años con 50 o más robos, con siete ocasiones pasando de las 30 estafas. Su juego más recordado fue aquel con Ciudad Juárez en la temporada de 1980, contra Poza Rica, en que se robó hasta siete bases en un partido de nueve entradas. Es un récord que perdura en la Liga Mexicana.
El lunes pasado fue la entronización de los nuevos inmortales del beisbol, acompañando a Antonio Briones el pitcher Enrique Castillo, que brilló como relevista y abridor, así como Arcadio Valenzuela, que fue prestigiado directivo en la Liga del Pacífico con los Naranjeros de Hermosillo, estando cuando ganaron la Serie del Caribe de 1976.
