ADIÓS INOLVIDABLE
El Yankee Stadium fue adornado para su último día de acción el domingo como si fuera un juego de Serie Mundial, y cuando todo terminó el 21 de septiembre, los Yanquis se habían despedido con una victoria de 7-3 sobre los Orioles de Baltimore después que se vivieron horas mágicas en la casa que Babe Ruth construyó.
Fue una gran sorpresa el que pudiera asistir la hija de Babe Ruth, que con 92 años de edad está confinada a una silla de ruedas, y fue ella, que se llama Ruth precisamente, la que lanzó la primera bola al terminar la formidable ceremonia de despedida que duró hora y media antes de arrancar el partido. Ruth Ruth, nombre y apellido, se colocó cerca del home y tiró la pelota hacia el catcher Jorge Posada. El Yankee Stadium “se vino abajo” al estar presente la hija del gran jonronero, el héroe máximo en la casa que él mismo construyó como dijo por primera vez el cronista de antaño, Fred Lieb.
Pero antes que apareciera la hija del Babe, se nombró a todos los grandes del Yanquis desde que se construyó el primer Yankee Stadium en 1923. Películas de héroes legendarios como Lou Gehrig, Joe DiMaggio, Mickey Mantle, por citar algunos, se vieron en la pantalla del estadio.
Algunos de los hijos de grandes estrellas se pusieron el uniforme con el número que usaba su papá para así representarlos: Mickey Mantle, Roger Maris, Billy Martin, Thurman Munson. Cada uno se colocaba en la posición que jugaba, estando igualmente las viudas de algunos de esos héroes como Elston Howard y Bobby Murcer. Entre los que presentaron, las grandes ovaciones fueron para Bernie Williams, que fue uno de los héroes de esta época, y para Yogi Berra, que ya tiene 83 años y del que se pensaba iba a lanzar la primera bola, hasta que la hija de Ruth aceptó estar presente.
Después que Yanquis ganara al Orioles 7-3, con Mariano Rivera logrando los tres últimos outs del partido y con el catcher José Molina conectando el último cuadrangular en este lugar, que al ser inaugurado en 1976 fue llamado el “nuevo Yankee Stadium”, a nadie se le permitió entrar al terreno y Derek Jeter se dirigió a los aficionados para darles las gracias y llamarlos “los mejores del mundo”, indicando lo que significa para todos ellos llevar el uniforme del Yanquis.
Desgraciadamente ESPN, que tuvo los derechos del último juego, no pasó la formidable ceremonia antes del juego y solamente se pudo ver a través de la estación de cable “Yes” del Yanquis o en la página del equipo en Internet. Una noche tan inolvidable como mágica.