Otra Serie Mundial
tipo de ‘fast track’
Sólo cinco juegos nos duró la Serie Mundial del 2008 para continuar con la racha que viven estos clásicos en el nuevo siglo XXI, mismo que nos ha traído clásicos de octubre de “fast track”. Y ahora tuvimos una Serie Mundial estropeada por el horrible mal tiempo, el mal trabajo de los ampayers y el terrible manejo del manager Joe Maddon, del Tampa Bay, en el quinto y último juego.
La primera Serie Mundial del nuevo siglo la ganó Yanquis al Mets en cinco juegos y así hemos estado en la mayoría de ellas que han durado cuatro o cinco juegos. Las únicas que han pasado de los cinco juegos son las del 2001 que Arizona le ganó a Yanquis en siete juegos, el 2002 que ganó Ángeles a Gigantes en siete juegos y la del 2003 que Marlines ganó a Yanquis en seis juegos. En 2004 Boston acabó a Cardenales en cuatro juegos, en el 2005 los Medias Blancas barrieron al Astros de Houston, para que en 2006 los Cardenales ganaran en cinco juegos al Detroit. Para el 2007 los Medias Rojas barrieron al pobre Rockies de Colorado.
Durante los problemas del mal tiempo mucho se ha criticado al comisionado Bud Selig, quien es el blanco de los medios de información cada vez que sucede algo. Lo cierto es que el juego del lunes debió haberse suspendido antes que fuera oficial para de esa manera poderlo comenzar desde el principio. Sin embargo al ser oficial y estando empatado a dos carreras, hubo que reanudarse y se convirtió en un juego de tres entradas y media por las reglas del beisbol.
Igualmente sigue siendo muy criticado el que los juegos comiencen tan tarde para el Este de Estados Unidos y el encuentro que se inició tarde debido a la lluvia terminó después de la una y media de la mañana tiempo de Boston.
El manager de Tampa Bay sorprendió a todos al utilizar en la reanudación a su mismo bullpen que no le respondió plenamente desde aquel juego contra Boston en que les quitaron una gran ventaja de 7-0. Dejó sin utilizar en los momentos claves a su mejor relevo, el zurdo David Price, y no le pasó por la mente abrir la reanudación con su abridor estrella James Shields, quien ya tenía los cuatro días de descanso y que al ser un partido reanudado hubiera tenido el mismo tiempo para calentar que tiene cuando abre un juego de nueve entradas.
Dijo que su bullpen estaba descansado y pensaba salir adelante con él. El ingenuo Maddon terminó por enterrar a su equipo. De manager del año a chivo de la Serie Mundial.