AUMENTAN LOS CIMARRONES
Aunque no suena muy ético ni agradable, se ha comentado desde hace unos días sobre la posibilidad de que algunos jugadores de las Ligas Mayores de ascendencia mexicana jueguen con nuestra selección en el segundo mundial que va a celebrarse en marzo, con la primera fase en el Foro Sol de la ciudad de México. En realidad no necesitamos de jugadores camuflageados para armar un equipo muy fuerte y traer a peloteros que no son cien por ciento mexicanos le quitaría la oportunidad a jugadores más nuestros de competir en este evento tan especial.
El último de los jugadores de ascendencia mexicana en decir que le gustaría jugar con la Selección Mexicana lo es Mike González, un pitcher zurdo relevista que tira muy fuerte y que después de ser un cerrador muy importante con los Piratas de Pittsburgh, ha bajado al pasar a los Bravos de Atlanta y esta campaña tuvo un promedio de 4.26 en carreras limpias, aunque ponchó a 44 en 33 entradas y dos tercios.
Con Piratas fue un cerrador tan bueno que en 2006 salvó 24 juegos en las 24 oportunidades que tuvo. Es nacido en Corpus Christy, Texas, viniendo de familia mexicana. Además todos estos “cimarrones” como Mike González siempre dicen lo mismo, que si no son elegidos por el equipo de Estados Unidos, entonces están listos en jugar para México. Se recuerda que cuando Mike Piazza, el jonronero de esteroides, no fue elegido para la selección yanqui, estuvo con el equipo de Italia porque sus antepasados vienen de ese país.
Hace tres años el campeón fue Japón y a propósito del país del sol naciente, ha sorprendido la noticia de que los Marineros de Seattle acaban de nombrar de manager al nipón Don Wakamatsu. Es el primer manager asiático en la historia de las Grandes Ligas. Wakamatsu estuvo este año como coach de banca de los Atléticos de Oakland.
Marineros tiene al formidable jardinero japonés Ichiro y al catcher Kenji Yohjima, estando tratando de adquirir a Hideki Matsui en un cambio con los Yanquis. La colonia japonesa es extensa en Seattle, San Francisco y Los Ángeles y los Marineros han sido una decepción en los últimos años a pesar de haber gastado bastante dinero en agentes libres como el dominicano Adrián Beltré, quien aparentemente también terminó siendo un gran jonronero de la era de los esteroides.