SIN EL GRAN BETO
Hace poco se cumplieron ya cuatro años de que el gran Beto Ávila nos dijo adiós pero seguimos pensando en 1954, cuando se convirtió en el primer jugador latinoamericano en ganar un título de bateo en las grandes ligas, ya que al jugar con el campeón Indios de Cleveland dio un .341 para vencer a toda la oposición.
Si usted no vivió esa época, ya puede imaginar lo que representó para los aficionados y el deporte mexicano en general esa corona ofensiva. Sus rivales a través de los meses lo fueron el cubano Orestes Miñoso, que estaba con los Medias Blancas, y el jardinero Irv Noren, del Yanquis, pero Beto se mantuvo en primer lugar y al final vino un ataque del famoso Ted Williams, que no había podido jugar en todos los partidos de la temporada y como le daban muchas bases por bolas no tuvo las veces al bat exigidas para poder calificar. Williams terminó con un average de .345 pero le faltaron 11 veces al plato para calificar y vencer al mexicano, que finalizó con .341.
El beisbol y el boxeo estaban entonces al parejo del futbol en cuestión de popularidad.
Beto Ávila jugó para ese gran equipo que fue Diablos Rojos de la Liga Invernal Veracruzana, el campeón, y en donde vimos jugar a grandes estrellas del gran circo como el mismo Beto, Jim Rivera, Jim Bunning, Paul Foytack, Johnny Lipon, Tim Thompson, Chick King, Bob Darnell y hasta el ya muy famoso Early Wynn lanzó dos juegos para el equipo manejado por Molinero Montes de Oca pero que siempre ha sido conocido como el México de Beto Ávila.
Beto Ávila no sólo tuvo gran calidad beisbolera y fue sin duda el pelotero mexicano más inteligente, sino que siempre fue de mucha clase. Beto jugó su temporada de despedida con Tigres en 1960.
Fue Beto Ávila también el primer jugador latinoamericano en batear tres jonrones en un partido, lográndolo en el Parque Fenway de Boston, con el último cuadrangular siendo de campo. Beto nació para jugar beisbol, no hay duda, y su astucia para correr las bases era extraordinaria.
En el Parque del Seguro Social, en un Juego de Estrellas que la Liga Veracruzana le ganó a la Costa del Pacífico a principios de 1955, Beto hizo un pisa y corre de segunda a home, venciendo los tiros del jardinero central Felipe Montemayor y del torpedero “Huevito” Álvarez al plato. Es algo que ya había llevado a cabo en Ligas Mayores.
