ESPERANZA TIGRE
Ya en el último día de la convención en Las Vegas, los Tigres de Quintana Roo y los Olmecas de Tabasco llevaron a cabo un importante cambio en que el jugador más famoso de los cuatro involucrados, Carlos Sievers, pasó a la franela de los felinos.
El equipo de Cancún había perdido al primera base Jorge Alberto Vázquez al ser vendido su contrato al Yanquis de Nueva York en medio millón de dólares, en caso que el apodado “Chato” llegue a las Ligas Mayores y por ello necesitaban un bat importante para reemplazarlo en el orden al bat.
Al principio de la convención, Chito Rodríguez, presidente del Tigres, indicó que seguramente contratarían a un jugador extranjero con poder para ponerlo en el lugar de Vázquez. Sin embargo, al paso de solamente unas cuantas horas, los Tigres ya tenían a ese bateador que necesitaban en Carlos Sievers, quien en la temporada pasada con los Olmecas bateó para .301 con 10 jonrones y 63 carreras empujadas.
Sievers tiene buen poder y ha sido hasta campeón del departamento de jonrones en la Liga del Pacífico, pero al jugar en Villahermosa sus cuadrangulares no han sido tantos como pudieron serlo en otro parque.
Seguramente en Cancún logre su cifra más alta y una ventaja es que Carlos no es un jalador de bola neto, sino que este zurdo batea con poder por todos lados. Y es por el jardín izquierdo por donde la pelota vuela más en el Parque Beto Ávila. Su cifra más alta de jonrones es de 17 en la campaña del 2005 con el mismo Tabasco, el año en que, según todo parece indicar, la pelota estuvo más viva que de costumbre.
Su promedio de por vida en Liga Mexicana es de .287 y era considerado intocable en el equipo olmeca al ser un ídolo del lugar. Sin embargo la directiva de Tabasco me comentó que tuvieron que hacer el movimiento, ya que el equipo está escaso de pitcheo.
Obtuvieron a cambio de Sievers a los pitchers Guillermo Carrillo con récord de 5-1 y 2.61 en 51 juegos, Cecilio Garibaldi con 2-1 y 4.05 en 31 partidos y el zurdo Julio César Jiménez con 0-0 y 0.85 en 53 partidos.
Los tres deben ayudar bastante a un Olmecas escaso de brazos y es probable que Carrillo, que entraba a tirar después del pitcher felino de cinco innings, sea convertido en abridor. Tira fuerte, mientras Garibaldi y Jiménez son pitchers de muchos recursos con vasta experiencia. Uno de esos cambios en que cada parte obtiene lo que desea.
