Romano se ilusiona con aprovechar al máximo esa primera semana con sus pupilos. (El Universal)
Desde que se puso las alas que lo identifican en el timón de las Águilas, no ha tenido ni una semana para trabajar con el equipo y, sin embargo, ya acumula dos derrotas en el Clausura 2008 y otro descalabro en la Copa Libertadores.
En total, tres tropiezos en fila bajo el mando de Rubén Omar Romano, después de su debut exitoso contra la U. Católica en el certamen sudamericano, sin que ello quite los cuatro caídas en fila en el torneo local, como parte de la herencia del cesado estratega Daniel Alberto Brailovsky.
Por eso, superado el temporal azulcrema, Romano se ilusiona con aprovechar al máximo esa primera semana con sus pupilos.
“Sí, por supuesto, creo que más allá de que lo pudimos plasmar en algunas cosas, en algunos partidos, hace falta trabajo. Y bueno, esta semana vamos a aprovecharla, vamos a tener una semana larga a partir de mañana (martes). Hasta el domingo, el día del partido, vamos a poder corregir cosas para que el equipo pueda funcionar como uno pretende”.
Ocupado y no preocupado, el argentino aclara que “más allá de todo, el equipo está comprometido”.
Agrega: “Las deficiencias que podamos tener hay que tratar de corregirlas y así salir adelante; yo creo que no hay otra cosa que trabajar, porque con ello se van a entender muchas cosas de lo que uno pretende”.
Entrevistado vía telefónica, Rubén espera una reunión con la directiva en el transcurso de la semana.
“No he hablado con ellos, pero creo que hoy más que nunca hay que estar muy unidos, tanto directiva, cuerpo técnico, jugadores y afición”.
Incluso, “hago un llamado a la afición para que entienda que en momentos de crisis es cuando más se necesita a la gente para salir adelante, y esperemos que más allá de que el equipo no ha respondido como tiene que hacerlo, que ellos (los aficionados) tengan la fuerza suficiente para que en vez de persignarse esté más sólido para lograr lo que se quiere”.
Por eso insiste con la idea: “Hoy necesitamos del apoyo de todos y trataremos de no defraudarlos”.
Además de lo que implica dirigir al América, Romano sabe que por las circunstancias que vive este es el mayor reto de su carrera. “Sí, por eso tengo confianza, fe y honestidad, que es lo más importante para trabajar y que con eso podamos salir adelante”, asegura el técnico del América.
Respecto a la mala racha, que parece complicar el panorama en la liga, Rubén aclara que pueden recomponer la situación, porque “estamos a cuatro puntos del segundo lugar y faltan nueve partidos”.
Y remata: “Más allá de ver a los demás equipos, pensar en ir partido a partido, solucionando las cosas, si se dan los resultados y que vayan acompañados del buen jugar, pero hoy más que nada los resultados son más importantes”.