Una sola persona está a cargo de la Oficina de Servicios al Consumidor de la Profeco, lo que ha retrasado la atención a los consumidores.
Tardanza en la atención y resolución de quejas, ha traído como resultado la reducción de personal en la Oficina de Servicios al Consumidor de la Profeco en esta ciudad, lo que mantiene inconformes a los usuarios de esta dependencia.
De acuerdo con lo que señalaron algunos ciudadanos, la Procuraduría Federal del Consumidor ha perdido su capacidad resolutiva en los últimos meses, situación que pone en duda la efectividad de la dependencia federal.
Y es que desde finales de mayo pasado y sin razón alguna, la delegación con sede en Durango dispuso reducir la nómina de cuatro empleados a sólo uno, que es el responsable de dicha Oficina y quien prácticamente se hace cargo de todas las funciones asignadas a esta área.
Los quejosos, quienes omitieron sus nombres, señalaron que tan sólo para ser atendidos al momento de formalizar una queja por malas prácticas comerciales o abusos en la prestación de servicios por parte de proveedores, tenían que hacer una o hasta dos horas de antesala.
Por otro lado, indicaron que a diferencia de cuando se contaba con mayor personal, en que se resolvían las quejas en el lapso de una semana, actualmente éste se prolonga hasta por mes y medio, de manera que al momento de acudir ante la Profeco a formalizar alguna inconformidad, no esperan resultados en el corto plazo.
El responsable de la Oficina, Jesús Moctezuma Quintana, reconoció que existe sobrecarga de trabajo, por lo cual han tenido que retrasarse las resoluciones en convenios con los proveedores, así como en los casos en que el consumidor debe recibir una reposición de su compra o mal servicio que le hayan prestado.
Esta medida también se aplicó en la subdelegación de Torreón, con la diferencia de que en esa Oficina eran 20 empleados y en la de Gómez Palacio ya era poco el personal con que se contaba.
Aunado al encargado de la Oficina de Servicios al Consumidor, en la sede de la Profeco permanece el responsable del módulo que atiende las quejas contra la Comisión Federal de Electricidad, aunque éste depende de la paraestatal.
Precio de la tortilla
Aunque existe un acuerdo de mantener el precio del kilogramo de tortilla a 8.50 pesos, los comerciantes de este ramo que no firmaron el convenio no están obligados a respetarlo y tampoco hay manera de establecer sanciones a quienes alteren el precio del alimento.
El responsable de la Oficina de Servicios al Consumidor de la Profeco, Jesús Moctezuma Quintana, señaló que en los últimos meses no se han recibido quejas formales en contra de los industriales de la masa y la tortilla, aunque la dependencia no está facultada para aplicar multas, puesto que el acuerdo es de carácter solidario y no obligatorio.
Según dicho acuerdo, el precio se mantendrá vigente durante lo que resta del año, en tanto que dependencias como la Secretaría de Economía siguen canalizando el subsidio a los industriales para el mejoramiento de su equipo.