El pequeño Beto es uno de los niños que atienden en la guardería Betesda.
Desde hace tres años, la estancia Betesda atiende a menores con problemas de discapacidad. Pese a recibir apoyo para realizar esta labor, resulta insuficiente.
Hace tres años inició la aventura para Dalila y Patricia, quienes con el deseo de ayudar a madres de familia con menores “especiales”, fundaron la estancia infantil “Betesda”, dedica al cuidado y formación de estos pequeños.
La inquietud apareció en Dalila Ulloa hace casi 20 años, poco después del nacimiento de su hija Lashmit, quien presenta un retraso mental al igual que el pequeño Alfonso, de nueve años de edad, hijo de Patricia Díaz, también fundadora de este lugar.
Más que desanimarlas, esto las motivó a ayudar a más mujeres que, como ellas, son madres de niños “especiales”, quienes requieren de mayores cuidados.
Sobre la avenida Huizachal, justo en el número 156 del fraccionamiento Las Arboledas en Torreón, es donde se localiza la estancia, la cual actualmente atiende a 12 pequeños.
De acuerdo con Dalila, a cambio de 20 pesos diarios, los pequeños reciben: su desayuno, higiene personal y terapias “que ayudan a los niños a mejorar su calidad de vida”, comenta.
Desde niños con parálisis cerebral hasta con retraso psicomotor, pasando por distrofia muscular, hidrocefalia, entre otros padecimientos, son a quienes se les brinda ayuda.
El apoyo que reciben por parte de las autoridades municipales y estatales, es casi nulo, comentan las fundadoras del lugar, quienes ante tal situación, se han dado a la tarea de cocinar banquetes para fiestas infantiles, pasteles, “hasta pintar caritas a los niños en sus fiestas, todo con tal de obtener recursos para continuar con nuestra labor”, comenta Patricia.
“Además hacemos de todo un poco, pues aparte de ser las directoras de la estancia, somos cocineras, barrenderas, amas de casa y mamás”, dice Dalila, quien por un momento se encuentra rodeada de todos los pequeños.
“El dinero es insuficiente”, menciona Dalila, pues con los 20 pesos que reciben de las madres de familia, deben hacer “milagros” para realizar los pagos de: la renta, luz, agua, teléfono y todos los servicios que requieren los pequeños.
Aunque difícil, para Dalila y Patricia es gratificante poder ayudar, “sin embargo hay días en que queremos tirar la toalla, pues es más el dinero que sale que el que entra”, comenta preocupada Patricia.
Razón por la que además, han puesto en marcha el programa de “Apadrina un niño”, en donde la persona que así lo desee, puede apoyar a cualquiera de los niños que se atienden en la guardería, “con despensas, pañales, ropa, o incluso económicamente”, explica Patricia Díaz.
LA ILUSIÓN
Pese a que el apoyo que han recibido por parte de las autoridades municipales y estatales ha sido muy poco, Dalila y Patricia no pierden la ilusión de un día crear un centro de atención de niños especiales, “en donde podamos contar con lo necesario para brindarles mejores terapias: desde físicas hasta de lenguaje y visuales”.
Para lograrlo, aseguran, seguirán como hasta ahora, “atendiendo a los pequeños como si fueran nuestros propios hijos, porque nosotros más que nadie, conocemos el dolor de una madre y las necesidades que ellos requieren”, puntualiza Dalila Ulloa.
Para ayudar
Para cualquier apoyo llamar a los siguientes teléfonos:
- 7-92-71-15
- 7-31-64-96
- 7-31-41-82
O acudir a esta dirección:
- Avenida Huizachal, número 156 del fraccionamiento Las Arboledas.
FUENTE: Betesda