Tráfico de influencias, es la voz violatoria de garantías que cometió el regidor Carlos Tovalín contra los García, al ordenar una detención de dos personas de la cual no existen registros del encarcelamiento. “Estos son hechos violatorios de las garantías de legalidad y seguridad jurídica, dice David Omar Sifuentes Bocardo, segundo visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC).
El segundo visitador aclara que más que un abuso de autoridad por parte del decimocuarto regidor del Ayuntamiento, la voz de la violación de garantías es tráfico de influencias que se entiende como “solicitar beneficios no legales aprovechándose de su cargo como funcionario o servidor público”.
Sifuentes dice que “las autoridades deben actuar con las reglas que se le fijan. La omisión de actos fundados y motivados interviene sobre los derechos de los detenidos a quienes deja en estado de indefensión al no saber de qué se les acusa”, sobre la desaparición o inexistencia de documentos que debieron avalar el encierro de los García en la cárcel municipal el pasado sábado 29 de noviembre.
En general, que no existan registros sobre el ingreso de detenidos en el departamento Jurídico, barandilla o el libro de detenidos es tan grave que en un caso extremo “se incurre en irregularidades que pueden facilitar los actos de tortura”, dice Sifuentes Bocardo.
Para evitar esta anomalía, en la CDHEC, al realizar visitas a los centros de detención, se revisa que efectivamente existan libros de registros, con número de folio para evitar alteraciones que dejen vulnerables a quienes son detenidos por cualquier causa.
Sobre este caso ya existen denuncias penales de privación ilegal de la libertad, abuso de autoridad, uso de influencias y daños, que presentó la familia García en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJEC), contra el regidor priista Carlos Tovalín, y quien resulte responsable.
Como se informó, el sábado 29 de noviembre Tovalín protagonizó un choque con Julio César García en Paseo de la Rosita y calle del Mercader. Al no detenerse, García lo siguió por la colonia Torreón Jardín para detenerlo con la ayuda de su hijo. Posteriormente, cuando los García se encontraban en el Tribunal declarando sobre el choque, fueron detenidos y acusados de amenazas, cuatro horas después del incidente vial.