Eliot Spitzer podría ser acusado por recurrir a los servicios de una prostituta o por fraude fiscal.
Más allá del escándalo sexual que esta semana le costó el cargo a Eliot Spitzer, el ya ex gobernador de Nueva York deberá enfrentar a la justicia que lo podría acusar por recurrir a los servicios de una prostituta o por fraude fiscal.
Todo el escándalo que atrapó a Spitzer se desató después que dos entidades bancarias avisaron a las autoridades del Departamento del Tesoro de que el entonces gobernador había realizado transferencias bancarias “sospechosas de ‘lavado’ de dinero”.
Este tipo de alertas es normal y a ellas están obligadas los bancos cuando se trata de operaciones de más de cinco mil dólares- tras los nuevos reglamentos para monitorear movimientos bancarios aprobados tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En este caso, las autoridades detectaron que Spitzer hizo cuantiosas transferencias a dos empresas “semifantasmas” que estaban vinculadas con el Emperor´s Club VIP, la red de prostitutas a la que el gobernador ha recurrido en al menos media docena de ocasiones.
Fue entonces cuando se unió a la investigación la división criminal de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI).
Las autoridades investigan cómo Spitzer pagó a las prostitutas y si hizo algo ilegal para tratar de ocultar dichos pagos, lo que podría constituir un delito de fraude.
Además, los fiscales del caso investigan si Spitzer habría usado dinero de su campaña para pagar las citas sexuales que tuvo con prostitutas, incluida la última, y que desató la tormenta, el pasado 13 de febrero en un hotel de Washington.
Los investigadores quieren saber si utilizó dinero público u otro tipo de recursos propios de su cargo, como el automóvil oficial para dichos desplazamientos.
Según el diario The New York Times, Spitzer dijo a sus colaboradores y a su abogado que la primera vez que contrató los servicios de una prostituta fue hace ocho meses y que en ninguna ocasión usó dinero de los contribuyentes o de la campaña para ser elegido gobernador.
Por otro lado, es raro que las autoridades persigan a los clientes de redes de prostitución. No obstante, en este caso, Spitzer habría violado una Ley que data de 1910 que castiga como delito federal el traslado de personas de un estado a otro para servir como prostitutas.
Por lo menos en el encuentro que ha salido públicamente a la luz esta semana, el político demócrata habría incurrido en ello al pedir que “Kristen” viajara de Nueva York a Washington.
Sin embargo, algunos expertos han señalado que una vez que Spitzer ha dimitido, toda la investigación podría irse relajando y acabar en nada.
‘Kristen’, en el ojo del huracán
Ashley Alexandra Dupre, la prostituta que bajo el nombre de “Kristen” vendió favores sexuales al gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, sigue acaparando las portadas de los medios neoyorquinos, donde incluso aparece fotografiada casi desnuda.
El sensacionalista “New York Post” reserva cuatro páginas a esta prostituta de lujo y le dedica por entero la portada, en la que aparece tapándose los senos con ambas manos bajo el titular “Bad Girl” (chica mala).
Una cobertura igual de extensa aunque más recatada realiza el diario Daily News que, como otras publicaciones, cuenta de manera pormenorizada la trayectoria de esta joven de 22 años, que ha pasado desde el relativo anonimato en sus relaciones con los clientes de la agencia Emperors Club a acaparar la atención de numerosos neoyorquinos.
Spitzer se vio obligado a anunciar el miércoles la dimisión de su cargo de gobernador de Nueva York, poco más de un año después de tomar las riendas del ejecutivo estatal, tras conocerse que había contratado los servicios de esa agencia de prostitutas de lujo y que no era la primera vez que eso ocurría.
Tras destaparse el escándalo, que ha provocado la ruina política y el descrédito público de este ambicioso político demócrata, “Kristen” se ha situado en el ojo del huracán de la atención informativa, incluidos los medios considerados “serios”, como The New York Times y The Wall Street Journal.