Las autoridades de México trasladaron hoy a instalaciones de la Policía en calidad de "testigo" al mexicano Glen Cerda Guajardo, quien asegura que estuvo el pasado 1 de marzo en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Ecuador durante un ataque del Ejército colombiano.
"Hoy mismo se enviará a las oficinas de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) para que, de acuerdo a su testimonio, nos permita ampliar la investigación", indicaron a Efe fuentes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en el aeropuerto de Ciudad de México.
Agentes de la AFI subieron al avión comercial en el que Cerda llegó a su país, procedente de Costa Rica, a las 16.55 horas locales (21.55 GMT), lo bajaron por la escalinata y se lo llevaron para interrogarlo.
"Cuenta con una orden de localización y presentación por la Unidad Especial de Investigación contra Armas y Terrorismo; va precisamente por eso a declarar", indicaron otras fuentes de la Procuraduría (Fiscalía) General de la República, de la que depende la SIEDO.
Al descender del avión, Cerda fue sometido a una revisión médica en presencia de funcionarios de la Fiscalía, para conocer su estado de salud antes de ser interrogado.
Según las fuentes consultadas por Efe, Cerda viajó hoy desde Costa Rica en un vuelo de la aerolínea comercial TACA, pero la aeronave tuvo que hacer una escala en El Salvador porque el mexicano se sintió mal durante el trayecto.
Horas más tarde, tomó otro avión de la compañía Mexicana de Aviación desde San Salvador para concluir su viaje hasta la capital mexicana.
Cerda fue expulsado de Costa Rica por un proceso "estrictamente migratorio", según las autoridades del país centroamericano.
El ciudadano mexicano afirmó en una entrevista que concedió a Efe en la víspera que en la operación del Ejército colombiano contra el campamento de las FARC en Ecuador hubo una persecución y fuego cruzado.
Según Cerda, el día del ataque, del que pudo escapar indemne, se encontraba en "la tercera hilera", a unos 300 metros del campamento del portavoz de las FARC, "Raúl Reyes", quien pereció junto a otras veinticinco personas, entre ellos cuatro mexicanos.
Indicó que se hallaba allí junto a otros 23 mexicanos para conocer "desde adentro la situación" de ese grupo guerrillero.
Aseguró que le debe la vida a las FARC, pues tras el ataque le permitieron salir a Panamá, mientras otros se iban a Colombia y a Venezuela.
En la entrevista se identificó como profesor de ajedrez, socialista y participante en círculos bolivarianos en el continente, pero aclaró que nunca ha participado en células de las FARC.
Cerda relató que durante su estadía en el campamento pudo entrevistarse con "Reyes", quien también era el "número dos" de las FARC, pero señaló que no podía ahondar en detalles.
Otra superviviente mexicana del ataque, Lucía Morett, quien resultó herida y se recuperó durante varias semanas en Ecuador, viajó en abril a Nicaragua, donde el presidente Daniel Ortega le ofreció asilo humanitario.