ENFRENTAMIENTO | Durante el fuego cruzado muere un niño; hay heridos. Las familias corrían despavoridas ante las detonaciones de grandas y “cuernos de chivo”.
Una camioneta Nissan Terra de color negro de placas R27CWS y una Suburban verde de placas FBR3812 de Coahuila protagonizaron una feroz balacera entre sus tripulantes y contra policías, donde salieron a relucir granadas, por espacio de dos horas en calles de esta ciudad.
El saldo: tres personas muertas, entre ellas un niño de 11 años y varias viviendas y autos destrozados. La balacera se registró sobre la calle Toma de Zacatecas y Francisco I. Madero de la colonia Francisco Villa.
Cercado.
El lugar fue acordonado por elementos policiales al filo de las 21:00 horas para evitar que los curiosos penetraran, ya que se escucharon al menos 15 detonaciones de granadas que a la postre dejaron sin vida a las personas.
En medio de la oscuridad de la noche se escuchaban las ráfagas de los fusiles de asalto AR-15, en medio de la confusión, el caos y el terror de las familias que salían en estampida de sus hogares, huyendo de las detonaciones, sin medir las consecuencias.
Enfrentamiento.
Ante la desventaja en armas, los policías municipales y ministeriales abandonaron el área de la refriega y al menos 10 camionetas policiales quedaron en el lugar.
El fuego cruzado y las explosiones se presentaron en este lugar por espacio de dos horas y la expectación creció a cada momento. Gritos, balazos y carreras de los presuntos sicarios se escuchaban por doquier.
Uno de los ciudadanos fresnillenses, Carmelo Espinoza Parga, de 45 años, fue ultimado por las ráfagas de balazos. Al cesar los disparos arribaron dos camionetas de lujo, sin placas de circulación, de donde descendieron alrededor de diez sujetos fuertemente armados.
Retirada.
Según versiones de los propios vecinos, empezaron a buscar en el área de los disparos, subieron a los hombres que habían protagonizado la balacera a sus vehículos y emprendieron la retirada con rumbo desconocido.
Ya con el lugar completamente desolado y con escombros producto de las explosiones de las granadas, se apreciaban zonas humeantes en algunos lugares.
Heridos.
Los vecinos y curiosos empezaron a revisar el lugar, en forma conjunta con las autoridades y auxiliaron a varias personas heridas de la misma calle Toma de Zacatecas y encontraron a otra mujer muerta.
Los mismos vecinos encontraron el cuerpo de un niño de 11 años, al que sólo se le conoce por Juan, quien fue ultimado con un granada de mano y su cuerpo quedó sepultado entre los escombros de una vivienda.
Al lugar acudieron, tarde como siempre, elementos policiales de Río Grande, Sombrerete, Calera, Valparaíso y efectivos del Ejército Mexicano.
