El desgajamiento del cerro en el poblado Rentería, municipio de Topia, dejó tres muertos y cuatro heridos.
Trasladan en helicóptero a cuatro personas tras resultar lesionadas en una comunidad cercana a Topia.
Tres menores mueren y cuatro personas más están graves en el hospital, al caerles varias toneladas de rocas y tierra, tras desgajarse el cerro en la comunidad Rentería por las intensas lluvias, el martes por la noche, cuando todos dormían.
Vecinos de esa región de Las Quebradas y autoridades municipales se integraron en grupo de rescate para desenterrar los cuerpos de los niños, logrando sacar al último hasta las 14:00 horas de un día después, ante la falta de maquinaria pesada.
EN RIESGO
De acuerdo con la información de Viridiano Angulo Sánchez, director de Obras Públicas de Topia, dos humildes viviendas quedaron sepultadas por el alud; en una de ellas dormían María de Jesús Ríos Meza, de 28 años de edad, y sus tres hijos. En la otra casa estaba Sofía Ríos Meza, de 25 años de edad, con dos hijos. Al escuchar los tronidos de la avalancha de rocas y lodo, ambas mujeres trataron de salvar a todos sus niños, pero solamente lograron sacar uno cada una, mientras que las demás criaturas quedaron sepultadas.
En el hecho perdieron la vida Miguel Eduardo y Luis Alberto, de apellidos Rodríguez Ríos, de seis y tres años de edad, respectivamente; así como Luis Ángel Romero, de un año de edad. Los heridos son María de Jesús y Sofía, así como Aneida Abigaid Rodríguez Ríos, de ocho años de edad, y Alma Yerine Romero Ríos, de cinco años; todos ellos fueron trasladados en helicóptero al Hospital de Culiacán, Sinaloa.
DESGRACIA
Cabe señalar que, hace 15 días, María de Jesús perdió a su esposo cuando éste intentó cruzar el río Sianori en su caballo; murió ahogado, mientras Sofía, hermana de la primera, también quedó viuda, ya que su marido se volcó en la Sierra. La desgracia las persigue, pues ahora pierden a sus hijos.
La comunidad Rentería la integran 20 familias y se localiza a 70 kilómetros de la cabecera municipal de Topia, a donde solamente se llega por aire, pues los caminos son intransitables en esta época de lluvias.
Cuidaba vacas y se cayó a barranco
A sus 19 años de edad, dejó de existir David Aarón Hernández Peña, quien al estar cuidando ganado en compañía de su padre, resbaló y cayó a un precipicio de ocho metros de profundidad.
Los hechos ocurrieron en el ejido Adolfo Ruiz Cortines, en El Salto, Durango, y según reveló la necropsia de Ley, el muchacho murió víctima de hemotórax lado izquierdo y traumatismo de cráneo.
Pedro Hernández Esquivel, de 43 años de edad, padre del hoy occiso, se encontraba en el mismo lugar donde ocurrió el fatal accidente, cuando ambos arreaban unos semovientes.