Familiares y amigos acudieron a recibir a Cristian Mijares al aeropuerto de Torreón.
Regresa Cristian Mijares después de la derrota sufrida el sábado ante Darchinyan.
Finalmente el “Diamante Lagunero” arribó a la Comarca Lagunera, aunque como había sucedido en otras ocasiones, no lo hizo con alguno de sus cinturones que lo acreditaban como campeón mundial.
Como es costumbre desde su época como preliminarista a principios de la década, así como cuando conquistó en 2004 el título nacional supermosca ante el veracruzano Tomás “El Gusano” Rojas y las ocho defensas de título mundial, El Siglo de Torreón estuvo junto al gomezpalatino.
El ex dueño de las fajas del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), fue recibido por amigos y familiares, ayer por la noche en el Aeropuerto Internacional Francisco Sarabia de Torreón, en medio de aplausos y porras.
Este momento emotivo, mantuvo a Mijares sereno y tranquilo tras pasar la aduana, pero su madre Doña Lupita y su hermana Perla, no pudieron contener el llanto, en el amargo momento que no solo atraviesa el púgil, sino la Comarca Lagunera en general.
Junto a él llegaron también su hermano Roy y su padre Rogelio, además de sus inseparables amigos Gerardo y “Júnior”, los cuales han sido el soporte en la derrota del boxeador comarcano, ya que antes de caer ante Vic Darchinyan, no había sido derrotado desde a mediados de 2002, cuando cayó por decisión unánime en Culiacán ante José “Galletas” Tirado.
Familiares y amigos, entre ellos el Alcalde de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo Mendoza, abrazaron y saludaron afectuosamente a Cristian, quien le dijo al edil de su ciudad: “ya ves lo que pasa por no ir a mi pelea”.
Luego se dirigió a todos y todavía con las huellas de la batalla en el rostro, les dijo de manera enérgica que no pasaba nada y que este momento solo era pasajero, ante una conmovida terminal aérea, incluidos representantes de aerolíneas, de rentas de autos y taxistas.
Tras saludar a los presentes, Mijares quiso hablar con El Siglo de Torreón, tras reflexionar de su derrota ante el armenio-australiano, donde volvió a recalcar que perdió ante un rival que esa noche fue mejor que él y donde no existen los pretextos.
“Nos tocó perder, en este deporte se gana y se pierde, aprendemos más de las derrotas y Darchinyan fue mejor que yo, lo que queda es levantarse y buscar otro campeonato, hay que aprender a no ganar y a ser un buen perdedor”.
Confesó que no hay excusa, ya que se preparó demasiado bien e iba confiado en obtener el triunfo, por lo que habrá que ver para adelante, agregando que solamente es una derrota y no un alto en el camino.
“Quiero agradecer todo el apoyo recibido, venimos aprendiendo mucho de la derrota, los campeones nos caracterizamos por levantarnos de la lona, ya que en menos de seis meses, les aseguró que ganaré otro campeonato si Dios quiere”.
El “Diamante” dijo que el domingo fue el peor día, aunque a pesar de estar muy triste, logró pensar lo que pasaba, considerando que fue una prueba de allá arriba, para saber si es un deportista grande.
“Estoy aprendiendo del traspié, pero estoy muy tranquilo. Está mi familia y amigos conmigo, en las buenas y en las malas, es lo mejor”, aunque Rebollo Mendoza para interrumpir que no había malas, pero de inmediato el púgil señaló que sí las hay.
Su futuro inmediato es descansar por lo que resta del año, aunque adelantó que en 2009 invadirá los pesos gallos, donde buscará el título de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), en poder del panameño Anselmo “Chemito” Moreno, finalizando con su frase: “vamos a darle, no queda de otra”.