Juan Manuel Ibarra, “El As de Oros”, fue el triunfador del Festival Taurino Guadalupano, la tarde de ayer. (Fotografías de Jesús Galindo López)
José Manuel Ibarra se lleva en el Festival Taurino Guadalupano que se realizó la Plaza de Toros Torreón.
Con la emotividad a flor de piel y escuchando las palmas de la afición lagunera, José Manuel Ibarra el “As de Oros” levantó los dos apéndices que lo consolidan como el máximo triunfador del Festival Taurino Guadalupano. Novillos de la ganadería de Torrecilla, bien presentados, con juego y acudiendo con bravura al castigo.
Con la acostumbrada media hora de retraso, los alternantes parten plaza y da inicio el histórico Festival Taurino Guadalupano. Los tendidos de la tradicional Plaza de Toros Torreón estuvieron ligeramente poblados por los aficionados que se dieron cita a presenciar la más bella de las fiestas, la fiesta brava.
Manolo Mejía
En primer turno, el maestro Manolo Mejía recibe a “Indio” e inicia con la capa muy cumplidor, el burel acude al caballo. Muleta en mano realiza faena derechista, ante el dominio de la suerte logra conectar con el tendido recibiendo las palmas. Se coloca en los medios y continúa su magistral labor ahora por naturales, dando muestra de capacidad y torerismo muy por encima de las condiciones del astado; a la hora de la verdad consigue pasaportear a su enemigo en el segundo intento, obteniendo como resultado un apéndice y vuelta al ruedo.
El ‘Glison’
Toca el turno a Jorge de Jesús el “Glison”. Capotazos de recibo a “Redentor”, el burel acude al caballo y es severamente castigado, en la suerte de banderillas el último par es muy aplaudido por el respetable, con la muleta el “Glison” abrevia y en la suerte máxima propina un estocadón hasta tocar pelo y empaparse los dedos, obteniendo así oreja, palmas y vuelta al ruedo.
‘Joseli’
Salta a la arena el tercero de la tarde denominado “Tepeyac”, toca el turno al lagunero “Joseli”. Con la capa ejecuta verónicas y envía al burel al castigo, brinda la muerte de su enemigo al matador Manolo Mejía, con la muleta realiza labor aceptable y finalmente da muerte a su enemigo en el tercer intento. Silencio.
‘As de Oros’
De la puerta de chiqueros sale “Guadalupano” y es recibido por el aficionado práctico Juan Manuel Ibarra, quien inspirado con la capa logra torear con emotividad y sentimiento, arrancando las palmas y el ole del público. El burel acude al caballo y recibe castigo. Ante cerrada ovación el “As de Oros” brinda al respetable; armado con la muleta inicia su valiente labor ante el dominio de su enemigo, que acude al engaño humillado y con los pitones pegados a la franela los duendes saltan al ruedo y el público estalla de júbilo. Al momento de la verdad después del silencio se escucha la algarabía, al tiempo que logra hundir el acero hasta los moños. Obteniendo como resultado dos orejas, las palmas y vuelta al ruedo.
Fernando Cárdenas
(aficionado práctico)
Con el ánimo candente en la plaza, de la puerta de toriles sale el último de la tarde, “Ayate”, que es recibido por el aficionado práctico Fernando Cárdenas. Recibe a su enemigo pegado a las tablas, los capotazos son coreados y festejados por la afición. El burel acude al castigo, se arma con la muleta y clavando los botos en la arena inicia su faena por derecha logrando llevar a su enemigo pegado a la franela, el burel solo acude al mando del diestro que da muestras de arte y torerismo con faena riñonuda y mandona. Finalmente realiza un peligroso derrote, pues el novillo hace por el aficionado y éste sale bien librado. Con la afición ya extasiada, se dispone a matar y logra eliminar a su enemigo en el tercer intento, obteniendo así una oreja, las palmas y vuelta al ruedo.
Sin duda alguna la afición de la Comarca Lagunera disfrutó de una emotiva tarde de toros en honor a la Guadalupana. Festival que prácticamente fue engalanado por la labor artística de los aficionados prácticos laguneros, quienes con arte, valor y sentimiento lograron sacar la casta por el toreo de la región.