Luis Ricardo Medina, 'Paisón Gitana', un buena actuación ante los toros de la ganadería Teófilo Gómez. (Fotografías de Jesús Galindo López)
Tarde de toros con gran ambiente festivo. Los aficionados a la más bella de las fiestas así lo constataban al acudir a la cita en la romántica Plaza Salvador Barrera de Lerdo, Durango. Desde el exterior del recinto se escuchaba el ritmo de pasos dobles con la participación musical de la banda, que de esta forma daba la bienvenida al público asistente.
En el interior, un trío de jóvenes músicos deleitaban con flamencas notas a los aficionados, que poco a poco poblaban los tendidos, el ambiente, más festivo que nunca, auguraba un agradable espectáculo con artístico resultado. Finalmente, con gran actuación los diestros obtuvieron dos orejas por igual.
Los bravos ejemplares de la prestigiada ganadería de Teófilo Gómez destacaron por estar bien presentados y brindando juego a la hora de la lidia.
Luis Ricardo Medina
Media hora después de lo anunciado, se abre la puerta de cuadrillas y los diestros realizan el paseíllo. Las notas musicales a ritmo de flamenco guardan silencio ante la salida del primero de la tarde, denominado “Primoroso”, novillo con amplio recorrido, el alegre paso del burel es contenido al encuentro de la capa del matador Luis Ricardo Medina, el astado acude con bravura al castigo de varas.
“Pasión Gitana” vuelve la mirada al tendido y encuentra al matador de toros en retiro Arturo Gilio, a quien le brinda la muerte de su enemigo. Inicia su labor con la muleta, constatando valor y poderío ante la embestida del novillo, que acude dócilmente al engaño, a la hora de la verdad propina una estocada hasta los moños obteniendo con ello un apéndice, palmas y vuelta al ruedo.
El tercero de la tarde resultó ser “Don Teófilo”, segundo del lote, correspondiente al matador “Pasión Gitana”, que lo recibe con breves capotazos enviándolo de inmediato al castigo; con la muleta realiza magnífica labor, llevando al burel pegado a la franela, ejecuta pases cerca del tendido de sol, los cuales son correspondidos con cerradas palmas de la afición. Concluye su labor ejecutando la máxima suerte con maestría, obteniendo nuevamente un apéndice, palmas y vuelta al ruedo.
Luis de María
De la puerta de chiqueros sale el segundo de la tarde de nombre “Navideño”, toca el turno del novel espada Luis de María, que ejecutando la reina de las suertes de capote recibe a su enemigo de las tablas a los medios.
Ingresan los picadores y el novillo acude al castigo con fiereza, el novel diestro acude al centro de la arena y brinda al respetable, la afición corresponde con las palmas, valiente labor de muleta, la cual se corona a la hora de la verdad con magnífica estocada, obteniendo como resultado artístico un apéndice, palmas y vuelta al ruedo.
El burel que cerró la tarde fue “Sol de Invierno”, destinado para el novillero Luis de María. Con la capa ejecuta la suerte ante las palmas del respetable, el enemigo que acusaba debilidad acude al castigo y recibe tremendo puyazo, logrando así encastar al burel, quedando a punto para la lidia, muleta en mano Luis de María reta y enfrenta al novillo, se coloca en el sitio y ejecuta pases de pecho ante la algarabía del respetable, finalmente corona su actuación propinando media estocada de efectos fulminantes, al momento que la plaza entera coreaba “torero, torero, torero”. El biombo otorga un apéndice más al novillero, que triunfal nuevamente escucha palmas y da vuelta al ruedo.
La última tarde de toros correspondiente al 2008, celebrada en la Plaza Salvador Barrera de la Ciudad Jardín, concluye con cuatro trofeos, otorgando dos orejas a cada uno de los diestros, así como una gran cantidad de obsequios conmemorativos a la Navidad para los pequeños aficionados que acudieron al festejo.