PLAUSIBLE.- El hecho de que los equipos mexicanos debuten a jugadores cada vez más jóvenes en el máximo circuito. Quizá lo hagan por conveniencia, ya que al no poder evitar que algún club extranjero los contrate, por lo menos podrán cobrar el derecho de formación, aplicando el viejo refrán “de lo perdido, lo que aparezca”.
RELEVANTE.- El trabajo de Héctor Hugo Eugui en el timón de los Indios de Ciudad Juárez. Mire usted que el plantel es más que modesto y algunos los desahuciaron devolviendo la franquicia a la división de ascenso, nada más que no contaban con el espíritu indomable de este puñado de valientes. Si alcanza o no, el tiempo lo dirá, pero vaya guerra que están dando.
HIJOS DE LA MALA VIDA.- Parecen ser algunos equipos, a los que les gusta sufrir de más y encabeza la lista el Cruz Azul, cuyos resultados recientes han hecho peligrar la calificación, pero, ¿qué me dicen de Tecos, aparentemente amarrado en el “grupo de la muerte”? O de Chivas, con la soga al cuello, y Tigres, que decidió perder dos juegos de local en el peor momento. Y el Pachuca, por quien se eliminó la Repesca, con el fin de permitirle participar decorosamente en el Mundial de Clubes y está a punto de quedarse fuera de la liguilla.
CON EL CAMPEÓN.- Hasta que pierda, pero resulta que, siguiendo con esa pésima costumbre de dejar todo para el final, los dos últimos monarcas de nuestro balompié, Atlante y Santos, tienen pendiente amarrar su pase y para colmo, se enfrentan en la última fecha. Ojalá sean invitados al reventón final.
DE FRAC.- Se vistieron los árbitros Roberto García Orozco y Gabriel Gómez. El primero otorga la ley de la ventaja en el tercer gol de Pumas cuando Marcelo Sosa impide el gol con las manos pero Dante López termina anidando el balón. Como se comete una conducta antideportiva, amonesta al infractor y lo bota por segunda amarilla.
Gómez valida el gol del América juzgando perfectamente dos jugadas de posible fuera de juego y se abstiene de sancionar una pena máxima contra las Águilas en una perfecta barrida de Rojas sobre Carlos Ochoa.
RENTABLE.- Digan lo que digan, es Ricardo Ferreti. Contratado para salvar a Pumas, hoy los tiene instalados en la postemporada, y como se las gasta el futbol mexicano, con serias aspiraciones campeoniles. Quizá en títulos no se refleje la gran capacidad del “Tuca” pero es un hombre serio y chambeador.
INEXPLICABLE.- El penal que le marcaron en contra al Atlante en Cancún. Que alguien le explique al señor Ricardo Arellano que un jugador que no ve la pelota y corre hacia su arco, tapado incluso por un compañero y un adversario, es imposible que tenga la intención de tocar el balón con la mano. Quizá le “ayudó” el árbitro asistente, pero vaya puñalada.
QUE NO INVENTE.- Ricardo La Volpe al hacer a su cuadro bajo “achicar”, saliendo para dejar en fuera de juego al rival a tontas y a locas. No lo golearon porque no se percataron de su infantil recurso. Pobre Monterrey.
