POR ROCÍO RODRÍGUEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
La adopción es un acto de amor. Casa Cuna de La Laguna, A.C., se encuentra en la celebración de su 25 aniversario de fundación.
En el año de 1983, y apoyada por un patronato formado por las entusiastas señoras: Rosa Alicia de la Garza de Estens, María Luisa P. de Berrueto, Aurora L. de Medellín, Alicia B. de Safa, Dolores H. de Córdova, María G. de Acosta, Guadalupe G. de Salas, María Herlinda Morales, Ernestina L. de Castañeda y Carmen A. de Lazalde, se instituyó esta casa que protege y apoya a la mujer embarazada.
Su misión: ayudar a la mujer que se encuentra en situación difícil o en riego de abortar, a ella se le proporciona durante su embarazo y parto, la atención médica necesaria, apoyo moral y sicológico, integrando al bebé por medio de la adopción a una pareja debidamente seleccionada.
Precisamente en el marco de esta conmemoración, vino en fecha reciente de la Ciudad de México, María del Carmen Aguilar Padilla, vicepresidenta del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia, A.C.
Comentó que el motivo de su visita, fue sostener una plática con jóvenes universitarios, con quienes hablo acerca de las personas que han vivido la experiencia de un aborto provocado, tema que no es muy comentado, pero sí muy importante de tratar.
La vida sexual tiene consecuencia, -dijo-, hay embarazos que a veces no son planeados y respecto a esto el aborto no es la única opción, ni mejor opción.
“El aborto trae consecuencias muy muy graves, mucha gente les dice a las jóvenes que no pasa nada y que tal vez unos meses se van a sentir mal, es mentira”.
Ellas se sienten mal físicamente y emocionalmente, no es una cuestión moral es un asunto natural, cualquier persona que acaba de vivir o pasar por un duelo tiene el derecho de sentirse que algo le falta y duele, que se está pasando por un proceso de duelo que hay que vivirse, porque si no se vive se convierte en algo patológico, por ello las personas guardan silencio después de esta decisión porque no es un tema de café, no es un tema que aunque ahora en la Ciudad de México sea legal no llegan y platican, comentó la especialista.
Por su parte María Elena Galán de Arias, presidenta de Casa Cuna Laguna, dijo que el aniversario lo celebraron en agosto pasado y platicó una breve semblanza de la institución que nació gracias a un grupo de amigas que se dio cuenta de la problemática que existía al saber de varios casos de niños abandonados.
Las damas para formar esta institución y poder iniciar la obra, emprendieron una campaña con amigos para que aportaran cierta cantidad de dinero, se puso en una inversión en el banco y los intereses que generaran sería para la casa y cuando se terminó el plazo el dinero se les regresó a las personas.
En Casa Cuna localizada en avenida Bravo número 1840 oriente, se atiende a la madre biológica desde su embarazo con varios tipos de apoyo, control médico, apoyo sicológico, moral, control alimenticio y medicina, los bebés que se tienen son por lo regular recién nacidos, ellos no se encuentran en la casa pues a los pocos días de nacer se les entrega a sus padres adoptivos, quienes con antelación cubrieron sus trámites de evaluación sicológica y socioeconómica.
En estos 25 años, se han entregado en promedio 5.6 bebés al año, y se han atendido a igual número de embarazadas (madre biológica), y también según se brinda atención a casos especiales como a mujeres que quieren conservar a su bebé.
Afortunadamente ya habido reformas al código civil en materia de adopciones, por lo que ahora dando la madre biológica su consentimiento por escrito para que ese hijo sea adoptado, inmediatamente eso termina, ya no hay juicio de pérdida de patria protestad, entonces pasa a la entrega del menor a la pareja seleccionada, para seguir con el proceso de adopción para finalizar el juicio de adopción que se lleva alrededor de un año.